Un acto de humildad frente al altar del templo

El acto donde Jesús decide lavarle los pies a sus discípulos es interpretado como un mensaje de humildad y la vocación de servicio de los feligreses de la Iglesia Católica.

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San Salvador

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12 April 2017

El Jueves Santo inician los oficios en la Iglesia Católica para conmemorar la Pasión , Muerte y Resurrección de Jesucristo, lo cual se conoce como Triduo Pascual, son los tres días previos a la fiesta de pascua.

El Triduo Pascual inicia el jueves con la misa de la Cena del Señor, alcanza su punto máximo con la Vigilia Pascual y cierra con las vísperas del Domingo de Resurrección o de Pascua.

El acto litúrgico del jueves por la noche, conocida popularmente con la misa del “Lavatorio de los pies” es considera la primera misa que Jesús celebró con sus discípulos, es la instauración de la Eucaristía.

En el Triduo Pascual, los católicos tienen tiempo de reflexión y renovación de mandamientos.

El primero, el mandamiento del amor, cuyo símbolo es el lavatorio de los pies.

“Jesús siendo el dueño se hace el servidor de todos, solamente sirve el que ama, y Jesús lo hace”, explican los sacerdotes, haciendo alusión al pasaje bíblico en el Evangelio de San Juan (13: 3-5), cuando Jesús se quitó su manto, se ciñó una toalla a la cintura y comenzó a lavarle los pies a sus discípulos.

Segundo, la instauración de la primera eucaristía.

“Jesús lo prometió: Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo; y la eucaristía es su presencia privilegiada”, agrega.

El tercero, se instituye el sacerdocio, cuando Jesús pronuncia: “Hagan esto en conmemoración mía”; se establece la orden sacerdotal, para que los apóstoles continuaran con esa misión, de acuerdo con la doctrina de la Iglesia Católica. El ritual En el ritual propio del lavatorio de los pies , Jesús, da un testimonio de vocación al servicio del mundo.

Aunque en la Biblia no se dice a quién son las personas que se deben lavar los pies, algunas parroquias seleccionan a ancianos, niños o miembros de las asociaciones o hermandades al servicio de ese templo.

El propósito del acto es que el acto que llegue al corazón, que los feligreses se comprometan a servir aún con más compromiso del que ya se hace dentro de la iglesia.