Alexandra Nicole cumplirá los diez años de edad en octubre próximo. Aunque quien la mire por la calle solo ve a una niña de carita dulce, cabello largo y oscuro, ella es toda una valiente guerrera que de la mano de sus padres, Alex y Verónica, está en plena lucha para lograr que su corazón siga latiendo y derramando amor.
Ale, como sus padres y hermanos la llaman cariñosamente, nació con atresia pulmonar, problema cardíaco que implica que la válvula que permite el paso de la sangre desde la cavidad inferior derecha del corazón hacia los pulmones no se forma o en algunos casos está cerrada.
Debido a esa condición, desde que nació en 2007, la pequeña ha sido sometida a tres operaciones quirúrgicas en las cuales los médicos han tratado de corregir el problema, y antes de su próximo cumpleaños tiene que someterse a una cuarta intervención cuyo costo sus padres no pueden cubrir.
Verónica Morán de Guerra, su madre, explicó que necesitan reunir $120 mil para que la segunda de sus hijos pueda ser operada a corazón abierto en el Hospital de Niños de Boston, Estados Unidos, en donde le hicieron los procedimientos anteriores y conocen al detalle su caso.
La familia, que reside actualmente en Colón, La Libertad, está contra el tiempo y requieren que corazones altruistas les brinden su apoyo para salvar a Ale, a quien describen como alegre, activa, juguetona y extrovertida.
Según cuenta Alex , su padre, la pequeña nació por cesárea y traía un problema de tortícolis en el cuello, pero cuando rondaba los dos meses de edad un neurólogo al que consultaron identificó que tenía moraditos los labios y las uñas y les dijo que consultaran con un cardiólogo. La pareja así lo hizo y este, tras practicarle un ecocardiograma, les informó sobre el padecimiento cardíaco y la necesidad de una operación urgente, que no se practica en el país.
Fue el cardiólogo quien recomendó a los afligidos padres el mencionado hospital infantil de Boston, en donde a Alexandra con escasos tres meses de vida se le practicó su primera operación a corazón abierto, para ponerle una válvula. En esa oportunidad la operación costaba $238 mil, pero tras gestiones lograron que el centro asistencial aceptara $30 mil que en ese momento tenían de un seguro.
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El padre explica que luego, en 2008, cuando tenía 11 meses de edad, vino una segunda cirugía en la que los médicos expandieron la válvula que le habían puesto. Para cubrir esta otra cirugía, que valía $50 mil y que el hospital viendo su condición les dejó en $28 mil, ellos tuvieron que realizar una campaña de recaudación de fondos con el apoyo de varias estaciones de radio y el desarrollo de una serie de eventos.La tercera operación llegó en 2012 cuando la hija del matrimonio Guerra tenía cinco años de edad. En esa oportunidad los especialistas del hospital vieron la conveniencia de ponerle un stent (pequeño tubo de malla que se expande dentro de la arteria), pero esto también requirió que la familia nuevamente se movilizará para recaudar $63 mil para cubrirla.
“Cuando nos dieron la noticia (sobre el problema cardíaco), y que sino se corregía en el momento ella moría, para nosotros fue devastador, pues si bien nosotros gracias a Dios podemos tener trabajo, pero esas cantidades de dinero no las hemos podido conseguir (solos). Ha sido gracias a Dios y a mucha gente que nos han ayudado que hemos podido conseguir el dinero”, explica.
Alex explica que gracias a Dios la niña ha respondido muy bien a las anteriores cirugías y confía de que también sortearán con éxito esta cuarta, pues en estos años su hija ha llevado una vida normal, pero ahora se cansa de nuevo, cuando realiza algunas actividades propias de su edad.
Proceso decisivo
En septiembre pasado, un cardiólogo local, que le da seguimiento al caso, les explicó que ya la válvula del corazón de Alexandra está quedando pequeña. Ella tienen menos de seis meses para que le practiquen la cirugía.
Si esta intervención no se concreta pronto la niña puede recaer o tener otro tipo de complicación, indica el padre.
“Indiscutiblemente ella sabe que tiene que ser operada, sabe que tiene que ir al hospital, pero creo que todavía no ha dimensionado lo grande que va a ser esto. Entonces ella pregunta, a veces se mira ansiosa... pero ella es una luchadora y siempre ha sido muy positiva y feliz”, comenta, mientras sostiene en sus manos documentos sobre el proceso.
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Una vez más los padres están negociando con el hospital para que les reduzca el costo, pero aún no se ha concretado nada y mientras ellos no cancelen no operan a la niña.Para recaudar fondos la familia, con apoyo de amigos y otras personas altruistas está llevando a cabo distintas actividades durante los fines de semana, por ejemplo la venta de promocionales que les han donado y tienen previsto realizar pronto la rifa de un iPod o dispositivo reproductor de audio.
En el contexto de ese esfuerzo han creado en Facebook Go Fund Me una página que se llama El Corazón de Ale, a través de la cual las personas de buen corazón además de darle me gusta pueden hacer su donación.
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En el Banco Agrícola también hay una cuenta a nombre de Alexandra Nicole Guerra Morán, con el número 3220381609 en donde también pueden hacerse depósitos.Quienes estén interesados en apoyarlos pueden ponerse en contacto a través del correo electrónico veritoguerra@gmail.com o comunicarse al teléfono 7860 - 6809.
Verónica explica que para ella la situación es complicada, porque como madre nunca quiere que a sus hijos les pase nada, y Ale ha vivido tanto con ellos que es doloroso verla en esta situación de nuevo.
“Me siento preocupada por su salud, porque sabemos que es una cirugía mayor y la recuperación va a ser un poco diferente de cuando era bebé. Ahora va a tener otras complicaciones”, explica.
Alexandra estudia tercer grado en el Liceo Castilla, vive el día a día alegre aunque por su condición y la indicación del cardiólogo no puede hacer mucho esfuerzo físico ni tener muchas emociones fuertes. “El doctor nos pidió que la tuviéramos muy tranquila”, comentó su madre, Verónica.
En el colegio es muy querida por los maestros y por sus compañeritos, quienes están al tanto de su problema de salud y no dudan en mostrarle su apoyo de diferentes formas. Muestra de ello es un collage de fotografías que le prepararon previo a una de las operaciones.
Cantar, bailar son algunas cosas que le gustan a la hija de los Guerra. Aunque también disfruta jugar de profesora, participar en juegos de grupo y le gusta ver películas acompañada de sus amiguitas.
Sus padres cuidan muy bien su alimentación. Gusta de la comida casera y le encanta la sopa que prepara su abuelita.
La familia, quien desconoce si una vez le practiquen esta operación ya no será necesaria otra, está muy agradecida con la gente que los apoya económicamente y moralmente y una vez más los invita a colaborar.