Los constantes seguimientos que le daban pandilleros de la MS desde San Sebastián, San Vicente, hasta su casa en San Salvador, lo obligaron a armarse de valor. Fue así que el juez Carlos M. C. F. los fue a denunciar a la Fiscalía General, porque quería sentar un precedente de que los buenos ciudadanos no tienen por qué intimidarse ante esos grupos ilegales.
La denuncia fue puesta en diciembre pasado por el profesional en la oficina fiscal de San Vicente. La tarde del 2 de diciembre del año pasado, el exjuez salía de su jornada laboral y observó a dos pandilleros que estaban fuera del mismo.
Al verlo salir, inmediatamente comenzaron hablar por teléfono celular. Uno de los vigilantes le advirtió que “tuviera cuidado, porque esos sujetos (en relación a los pandilleros) lo estaban controlando”. El guardia del tribunal le recomendó que “se fuera por otro rumbo”.
Pandilla asesina en ritual de iniciación a señora y su nieta
El juez se retiró en su vehículo del juzgado, pero minutos después recibió una llamada telefónica de uno de los vigilantes del mismo para decirle que los pandilleros que estaban fuera lo habían seguido en la motocicleta placas M-193-563. La persecución se extendió desde el juzgado hasta la carretera Panamericana. Al darse cuenta que lo seguían, aceleró el auto hasta perderlos.Luego de este incidente, se armó de valor y tuvo la valentía de denunciar a los pandilleros por el acoso, amenazas y seguimientos de los que él era víctima y los empleados del tribunal, también. La paciencia había llegado a su límite.
El juzgador dijo en la Fiscalía que sospechaba que ese tipo de intimidaciones eran producto de que había enviado a prisión a decenas de pandilleros, en noviembre del año pasado.
Exmilitar de élite se convierte en pandillero y muere al enfrentarse con policías
Esos arrestos se dieron en el marco del plan de la Policía denominado “Némesis”. Entre los detenidos estaba Alexander López Rodríguez, cabecilla de la MS en San Sebastián.En la denuncia, el exjuez reveló que la vigilancia y seguimientos por parte de los pandilleros, era también a empleados del juzgado.
En octubre del 2016, pidió vigilancia a la Dirección de Seguridad de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Había observado a varios hombres con aspecto de pandilleros rondando su vivienda y porque el sector está asediado por “estos terroristas”, según la carta enviada a la CSJ.