Caminar por las calles y avenidas aledañas a las plazas Gerardo Barrios, Libertad, San Martín y Morazán resulta un dolor de cabeza para los peatones. Esto porque el cierre de las plazas ha obstruido el paso peatonal, obligando a las personas a caminar en las orillas de las calles y exponer su vida.
“Con cuidadito me voy porque no queda de otra, cuesta pasar aquí por tanto carro que hay ahora en este tiempo”, dijo Carmen Castillo de 66 años de edad.
Ella caminaba por la Primera Calle Poniente, una de las arterias más transcurridas por el transporte público y particular a toda hora.
Además, es una de las calles donde las personas están obligadas a caminar junto a los carros porque está situada a un costado de la plaza Morazán.
Puedes leer: Alcalde de San Salvador ordena al CAM evitar excavaciones de Secultura en plazas
En esta plaza, el domingo por la mañana, quitaron las láminas azules que rodeaban el lugar, pero ese mismo día volvieron a colocar otras. Estas últimas, fueron colocadas un metro afuera de la zona peatonal, según una comerciante de la zona.La vendedora aseguró que desde las 6:00 hasta las 8:30 de la mañana el tráfico vehicular y el flujo de peatones se incrementan, tanto en la Primera Calle Poniente como en la avenida Cuscatlán.
“En las mañanas la gente que agarra la (ruta) 42, ahí en la esquina, corre en medio de los buses y los carros, en ese espacio (las personas) hasta chocan entre ellos porque no hay espacio para que caminen”, dijo.
Similar es la situación en la intersección de la Cuarta Calle Oriente y la avenida Cuscatlán, ya que el cierre de la plaza Gerardo Barrios también ha dejado sin aceras para que las personas puedan caminar con tranquilidad y sin temor de ser arrollados por un bus o un carro particular.
Además: Secultura pospone trabajos en plazas del Centro Histórico de San Salvador
Otro punto que representa un dolor de cabeza, para los automolistas es el cierre de la Segunda Calle Oriente, frente a la plaza Libertad, ya que esto les obliga a buscar vías alternativas.En este punto, empleados de la alcaldía excavan para colocar cable subterráneo en la zona.
Otras personas afectadas por los cierres de estos lugares son los taxistas que toda su vida han trabajado en la zona, ya que no tienen un lugar donde ofrecer sus servicios. Por ello han perdido clientela y sus ingresos han disminuido.
Carlos Juárez es taxista desde hace 33 años y siempre se ha estacionado en los costados de la Plaza Morazán para ofertar sus servicios. En la actualidad asegura que no tiene un lugar donde sus clientes lo puedan buscar u ofrecer sus viajes, puesto que desde el cierre de la plaza fuero removidos del lugar y no se les dio otra opción.
FOTOS: Así lucen las plazas de San Salvador: sin fuente y sin arriates
Explica que sus ingresos se han reducido en un 80% y ahora “solo para la gasolina se va sacando”. A esto debe de sumarle las esquelas que le son impuestas por estacionarse en ejes preferenciales.“Nos sacan corriendo de todos lados (los policías), no tenemos ninguna otra opción como taxistas y no nos queda de otra, más que estacionarnos en las zonas prohibidas para ver si logramos un viaje”, dijo Juárez.
Aseguró que su gasto diario es de diez dólares en comida y a esto debe sumarle el gasto en gasolina y la manutención de sus dos nietas, ya que dependen económicamente de él.
Manifestó que antes sus ingresos diarios eran de 30 dólares, pero ahora no sobrepasan los 11 dólares, ya que ha perdido a los clientes que lo buscaban en la plaza Morazán.
Mario Alegría, ciudadano, aseguró que los trabajos de la alcaldía de San Salvador en las plazas del Centro Histórico están de más, puesto que estos lugares solo necesitaban una remodelación o retoque de detalles y no una remodelación total.
Además, aseguró que la comuna debió tomar en cuenta la opinión de los ciudadanos y consultar cómo debía ser la remodelación.
“Siento que ha sido un doble gasto el que se ha hecho, sí era necesaria la remodelación del Centro Histórica de San Salvador, pero se debió buscar una forma más económica para cuidar los recursos”, opinó Alegría.