Los buseros están dispuestos a renunciar al subsidio del pasaje, si el Gobierno les permite incrementar el pasaje de $0.20 a $0.33.
El ajuste a la tarifa se lo presentaron, ayer, al Órgano Ejecutivo ante el temor de quedarse sin la subvención al transporte.
La propuesta fue elaborada por varias gremiales, entre ellas Rutas Unidas y la Asociación de Empresarios de Autobuses Salvadoreños (AEAS).
El representante de Rutas Unidas, Juan Pablo Álvarez, explicó que si el Gobierno les quita el subsidio les debe permitir poner una tarifa igual a la del Sistema del Transporte Público de San Salvador (Sitramss), que es de $0.33.
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Otra de las propuestas que dieron a conocer es que las rutas de buses que circulan con aire acondicionado, que cobran actualmente $0.35 pasen a cobrar $0.50.Además, piden que la tarifa del pasaje del servicio del interior del país suba en un 50 %. Con ese ajuste, explicó Álvarez, los transportistas estarían en las condiciones de hacerle frente a los altos costos operativos y les permitiría comprar nuevas unidades.
“Hemos generado una propuesta en consenso entre el sector transporte para que (el Gobierno) quite el subsidio, lo reoriente o lo focalice donde mejor le parezca con la condición que nos debe permitir una nivelación tarifaría para el transporte urbano, interurbano e interdepartamental”, insistió Álvarez.
La propuesta que efectuaron los transportistas es “la ideal, la que nosotros quisiéramos”, dijo el representante de Rutas Unidas; sin embargo, están dispuestos a discutirlo con el Gobierno.
Agregó que así como han eliminado o reducido el subsidio al gas propano, a la electricidad, agua y liberado las tarifas, de igual forma deben hacer con el sector transporte.
El compromiso
De liberarles la tarifa, los transportistas se comprometen a comprar nuevas unidades sin aire acondicionado, cuya tarifa sería menor a las rutas que circulan con ese servicio.
El cobro propuesto por los transportista no solo les permitiría adquirir nuevas unidades, sino que ya no exportarían buses amarillos de Estados Unidos, expresó Álvarez.
“Podemos abrir un gran abanico de modernización y renovación que tendría un alto impacto en el servicio a los usuarios”, aseguraron.
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A los transportistas se les preguntó si no creían que la propuesta de incremento resulta demasiado elevada para los bolsillos de los usuarios del transporte colectivo. Álvarez indicó que es una propuesta que las gremiales han puesto sobre la mesa y lo que quieren “es dialogar” con el Gobierno.Las gremiales de transporte intuyen que su propuesta no será aceptada porque, independientemente si el monto es elevado o no, el Gobierno ya les ha dicho, en otras ocasiones, que no les permitirá modificar el pasaje.
“No necesariamente tiene que ser los números (tarifa) que hemos dado, son valores de referencia y sabemos que los números (que proponen) van a bajar; pero es una propuesta inicial”, subrayó.
Álvarez dijo que si se elimina el subsidio del transporte y no se toma en consideración la propuesta que presentaron ayer, estarían en una situación muy grave en el sector.
Sin la subvención sería muy difícil mantener los costos de operación de las unidades respecto a la compra de repuestos, combustible, entre otros.
Incluso, esos efectos ya los están sintiendo porque el subsidio de estos primeros tres meses de 2017 no se les ha entregado, denunció.
Álvarez dijo que, “al parecer”, el gobierno no tiene dinero y la deuda por estos tres meses ya pudo haber alcanzado los nueve millones de dólares.
Las gremiales no quieren hablar de lo que podrían hacer si el Gobierno elimina el subsidio y no les permite ajustar la tarifa; pero están claros en que harían acciones de protesta.
Agregaron que al Ejecutivo no le conviene una acción de confrontación con los transportistas porque los afectados son los usuarios y la economía del país. De eliminarse el subsidio se deberá derogar el decreto legislativo que le dio vida en 2007.