Dos días después de que una señora de 50 años y su nieta de 19 fueran asesinadas por pandilleros de la mara Salvatrucha en San Luis Talpa, La Paz, el municipio nuevamente fue escenario de una muerte violenta.
La noche del lunes, José Remigio Guzmán, de 59 años, recién había terminado de hacer el último viaje de pasajeros en su pick up cuando dos hombres lo interceptaron y le asestaron cinco balazos.
El señor (quien era propietario de una tienda, tenía ganado y brindaba el servicio de transporte) fue ultimado en la lotificación Santa Cristina.
Algunos allegados de la víctima informaron que el comerciante no había sido amenazado ni tampoco estaba siendo extorsionado.
El homicidio de Guzmán fue cometido lejos de donde, la tarde del sábado, fueron asesinadas las dos mujeres, cuando se disponían a esperar un pick up para ir a realizar unas diligencias.
Sin embargo, las autoridades han atribuido el hecho a la misma estructura delictiva, la cual estaría cometiendo estos hechos de sangre para generar temor entre los lugareños y ganar territorio. En ninguno de los casos se han hecho detenciones.
En el departamento de San Miguel, la Policía registró el homicidio de dos hombres en diferentes hechos.
A las 6:00 de la mañana de ayer, fue encontrado el cadáver en el cantón Hato Nuevo, del caserío La Bolsa.
La víctima no fue identificada y presentaba lesiones provocadas con arma de fuego.
Él vestía pantalón de lona azul, camisa blanca a cuadros, zapatos tenis con rayas grises.
Unas dos horas después, las autoridades fueron alertadas de otra muerte violenta en el cantón San Andrés, caserío El Charcón.
El muerto era un jornalero que tenía entre 25 y 30 años. Tampoco se pudo saber su nombre.
En la escena se rumoró que él se relacionaba con un miembro de pandillas. Las autoridades indagan si este podría haber sido el móvil del hecho.
En San Salvador, en un predio baldío cercano al puente La Periquera, en Apopa, fue encontrado el cuerpo de un hombre. Estaba semidesnudo y se desconocen las circunstancias en las que lo mataron.