SAN MIGUEL. Mario Enemias García de 29 años es el pescador que casi muere asfixiado, luego de que un pez quedara atorado en su garganta y por el cual médicos le practicaron una traqueotomía.
El joven sigue en el área de recuperación después de que los médicos del hospital San Juan de Dios, de San Miguel, le practicaran una pequeña cirugía para que respirará, pues el pez le impedía el paso de aire a los pulmones.
El animal medía 12 centímetros de largo por seis centímetros de ancho y se quedó atorado en las amígdalas de García. El pez fue sacado manualmente por la boca del paciente, tras 45 minutos de maniobras médica.
El joven, según la información que dio a los doctores, había terminado de hacer su pesca el pasado sábado, cuando acercó demasiado una atarraya, la cual sacudió, y uno de los peces saltó y se introdujo en su boca. El joven, sin querer, lo succionó y el animal terminó atrapado en la zona de sus amígdalas.
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“El pez estaba vivo cuando el paciente llegó al hospital de La Unión, según dijeron los compañeros porque aun movía la colita, pero cuando lo recibimos acá en San Miguel, el pez ya venía muerto”, dijo Elmer Chávez, jefe de residentes del hospital migueleño.
El joven aunque esta fuera de peligro por la operación y el daño que el pez causo con las aletas en la garganta de García, no puede hablar con facilidad, pero los médicos indicaron que se recuperara con el paso de los días.
“El pez se movía dentro de la garganta del paciente y las aletas del pez laceró las paredes de la garganta, por eso debe sentir mucho dolor”, dijo el galeno.
Mencionó que la cirugía tampoco permite que hable con facilidad, pero que una vez sea cerrada la traqueotomía, él podrá recuperar el habla sin dificultad.
Cercanos a García también trataron de sacarle el pez de la garganta, pero no lo lograron.
Señalaron que les preocupó cuando vieron que respiraba con dificultad, por lo que de inmediato lo llevaron al hospital unionense.
El caso despertó la sorpresa de muchos que no podían creer como un pez tan grande podría llegar hasta la boca de una persona y quedar atrapada en una garganta.
El pescador, que desde hace mucho se dedica a ese oficio, también se vio sorprendido por lo que le ocurrió .
Los médicos aseguraron que es el primer caso en su tipo que atienden y que sin duda refuerza la experiencia de los médicos del sanatorio que por primera vez extraían un pez de la garganta de una persona.
El animal fue sacado a pedazos por la boca de García y los galenos dijeron que les sorprendió al ver el tamaño.