Comunidades dejan de consumir agua contaminada

La organización Agua Viva y la alcaldía de Sonsonate han unido esfuerzos para mejorar la calidad de vida de las personas. Las viviendas cuentan con pozos artesanales que están cerca de letrinas. 

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Pozo en la lotificación Las Tablas II

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24 January 2017

Mayra Escobar reside a la orilla del río Ceniza, en la comunidad Jardín del Edén, cantón El Edén, de Sonsonate; pero de forma irónica no puede utilizar su agua para consumo,  porque está contaminada con desechos que el caudal recibe en la parte alta.

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Para ingerir, las personas de la zona deben de caminar un kilómetro y medio a fin de abastecerse en pequeños nacimientos que están relativamente cercanos.

Aunque la mayoría de los residentes cuentan con pozos artesanales, no es garantía de que su agua sea de calidad, ya que por estar cerca de los sanitarios, que son de fosas comunes, tienden a estar contaminados.


El dirigente comunal Álvaro Guirola, expresó que la situación cambió a partir del 9 de diciembre, para 35 familias de la comunidad. Esto porque la organización no gubernamental Agua Viva les entregó un pozo industrial, de 45 metros de profundidad, del que el agua que extraen es apta para el consumo humano.

Son 200 personas las que han dejado de caminar los casi dos kilómetros para abastecerse de agua para ingerir. La distancia se ha reducido a tres o cuatro cuadras, lo que les permite utilizar más su tiempo en otras actividades.

El proyecto fue realizado en coordinación con la alcaldía. Juntos han construido en la cabecera departamental, 65 pozos desde hace siete años, expresó Lucas Landaverde, del departamento de proyección social de la comuna.

“El agua del río nos ha servido nada más para bañarnos y lavar ropa; pero ya para el consumo humano, como repito, la mayoría tenemos pozos artesanales y pues no habiendo agua mejor, de ahí hacíamos uso por lo menos para cocinar los alimentos”, dijo Guirola.

Agregó que la comunidad cuenta con otro pozo, de 90 metros de profundidad, que fue perforado hace 40 años, con el fin de realizar un proyecto de agua domiciliar.


Sin embargo, no lo han logrado ejecutar porque actualmente requieren de $200 mil, fondos con los que no cuentan. Una embajada, con la que gestionaron ayuda, sólo tenía disponible la mitad de la inversión.

Menos enfermedades

Los pozos que construye Agua Viva en coordinación con la alcaldía de Sonsonate, no sólo permiten reducir el tiempo que utilizan las personas para llegar a los nacimientos más cercanos; sino que también, mejora la salud de las familias.

La promotora por parte del Ministerio de Salud, de la Lotificación Las Tablas II, cantón Las Tablas, Celia Silvestre Mejía, señaló que la infraestructura que también construyó a inicio de diciembre la ong en la comunidad, beneficia principalmente a los niños menores de cinco años.

Ellos han dejado de presentar cuadros diarreicos que eran causados por el consumo de agua contaminada.

En la comunidad hay 20 niños menores de cinco años, de los cuáles el 100% presentaban dicha situación. 

“Una parte era por parásitos porque el agua contaminada tenía (parásitos). Además de eso, los pozos artesanales tienen muy superficial el agua y se contamina de veneno (químicos agrícolas) y de heces”, expresó la promotora.

De las 32 viviendas que conforman la comunidad, sólo en cinco no hay pozos artesanales.

Una de las personas residentes en la lotificación, Maritza Luna, expresó que han percibido la calidad de agua que están consumiendo actualmente, respecto al recurso que extraen de la infraestructura artesanal, que apenas tiene ocho metros de profundidad.

El que construyó Agua Viva tiene 35 metros de profundidad y está sellado completamente para evitar que el agua se contamine.

“Sufríamos bastante porque nos hacía mucha falta tener el agua cerca, estaba muy lejos”, relató doña Maritza mientras llevaba un cántaro sobre su cabeza.


Los beneficiarios del proyecto forman un comité de agua para darle mantenimiento al pozo y velar que se haga un buen uso de los pozos.

El costo de cada pozo rondan los $8 mil; pero depende de la profundidad que tenga, según detallan.

Pozos deben de estar alejados de contaminantes

El coordinador de comunidades de Agua Viva, Ángel Rosa, expresó que las aguas naturales, ya sea ríos o nacimientos, en el país se están contaminando por diferentes factores, entre ellos uso de pesticidas y deforestación.

Expresó que en el caso de la comunidad Jardín del Edén hay agua a los siete metros de profundidad; pero que no se puede consumir por la proximidad de las letrinas, potreros y corrales.

Precisamente los pozos que perforan, tienen que estar a 25 metros de distancia de estos lugares para evitar cualquier tipo de contaminante. Tampoco los hacen en las playas, por las entradas de agua salada a ellos.

Pueden perforar hasta 90 metros de profundidad y un mínimo de 25. 

“Entre 6 y 9 metros hacia abajo del nivel de tierra los sellamos con cemento y arena para evitar cualquier tipo de contaminante superficial u oxígeno; lleva un engravado en todo alrededor del tubo y el resto se llena con cemento y esto se convierte en un filtro natural”, explicó Rosa.

Agua Viva tiene presencia en el país desde 2002 y a la fecha han ayudado a más de 150 comunidades a nivel nacional para que tengan dicho sistema. 

En el departamento de Sonsonate han construido 200 pozos. También han ayudado en Ahuachapán, La Libertad, Cuscatlán, Usulután, San Vicente, San Miguel, y Chalatenango.


Lucas Landaverde, de la alcaldía de Sonsonate, expresó que 11 pozos construidos en años anteriores en las comunidades Tonalá y El Presidio, han pasado a ser un sistema domiciliar, porque las personas se han organizado para instalarles equipo de bombeo y hacer llegar el agua hasta las casas.

Landaverde señaló que eso es lo que buscan en los demás proyectos, pero su ejecución depende de la organización de las personas.