El programa “Aliados de la Comunidad” de la Compañía Azucarera Salvadoreña (CASSA) iniciará un nuevo modelo de intervención. En esta segunda fase, el programa buscará la sostenibilidad del cultivo de la caña de azúcar, a través de una intervención integral que garantice buenas prácticas agrícolas y el desarrollo humano y comunitario de las zonas cañeras.
Recientemente, CASSA clausuró la primera etapa del programa, un proyecto que busca crear un modelo de intervención que fortalezca la organización comunitaria y active la participación ciudadana para mejorar las condiciones de salud, educación, recreación y convivencia pacífica entre las comunidades que forman parte de la cadena productiva de Central Izalco, en el occidente de El Salvador, así como del Ingenio Chaparrastique, en la zona oriental.
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“A través de Aliados de la Comunidad, se construyó y ejecutó un modelo de trabajo donde el empoderamiento de las comunidades cañeras fue una de las metas cumplidas más importantes, ya que se han convertido en líderes de su propio desarrollo. Gracias al esfuerzo y al trabajo conjunto, todas las metas trazadas se alcanzaron. La experiencia adquirida ahora se trasladará a nuevas comunidades con nuevos retos, pero con el mismo objetivo: la búsqueda del desarrollo sostenible de las comunidades cañeras”, manifestó Marco Regalado Nottebohm, presidente de la empresa
La primera etapa del programa se ejecutó durante cinco años y benefició a un total de 14 mil personas. En total, Grupo CASSA invirtió $2 millones 467 mil.
Las comunidades intervenidas en la zona occidental fueron cantón San Isidro y cantón El Sunza (Izalco); cantón Los Lagartos (San Julián), hacienda Tonalá (Sonsonate) y hacienda San Raymundo (Ahuachapán).
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En la zona oriental, CASSA decidió trabajar con un esquema enfocado en sus colaboradores cortadores de caña y su grupo familiar, con el fin de incidir en sus hogares a través del aprendizaje de mejores hábitos de vida.
Esta iniciativa benefició a 325 familias en las comunidades de Santa Bárbara-Buena Vista, cantón La Poza, Tierra Blanca, La Peña y Piedra Ancha en Usulután; y a las comunidades Llano el Coyol y Piedra Pacha en San Miguel.