Por ganarse unos dólares para llevar alimentos a su hogares, dos humildes jornaleros de 46 y 52 años encontraron la muerte en una barranca de la colonia San Martín donde esperaban extraer unos manojos de leña para vender, en el municipio del mismo nombre, al oriente de San Salvador.
Marco Antonio Díaz Bautista, de 46 años, y Andrés Bernardino Barrera, de 52, ambos vecinos se pusieron de acuerdo a las 11:30 de la mañana del lunes para ir acarrear leña a una ladera de más de unos 50 metros de profundidad a un kilómetro de sus casas.
Varia horas después, cerca de las 4:30 de la tarde y cuando esperaba que regresaran, se escuchó una ráfaga de tiros, “los mataron”. Como que ya lo presentían los parientes sospecharon lo peor; que las balas escuchadas habían terminado con la vida de sus seres queridos.
Sin embargo, esperaron unas horas pero al ver que ya no regresaban, corrieron al puesto policial más cercano a avisar de lo que sospechaban.
A raíz de la denuncia, un grupo de agentes y parientes el lunes por la noche con lámparas en manos se movilizaron a la barranca adonde acostumbraba ir a traer leña, y que causalmente coincidía con el lugar donde se habían escuchado los disparos.
Como todo estaba pensado, casi de inmediato y sin mayor búsqueda, localizaron los cadáveres de Díaz Bautista y Barrera con varios disparos en la cabeza.
Por las dificultades de luz y la inseguridad en la zona, autoridades y familiares acordaron regresar a sus casa y retornar al amanecer de ayer martes.
Desde temprano de ayer: Policía, Fiscalía y Medicina Legal acudieron a la zona para procesar la escena y levantar todas las evidencias posibles.
En el procedimiento y por lo escabroso del terreno, los cuerpos fueron recuperados con equipo especial y personal de Comandos de Salvamento.
Una forma de ganarse la vida sanamente
Parientes manifestaron que las víctimas habían quedado sin trabajo el año pasado y al no tener otra fuente de ingresos, la recolección de leña se había convertido en una alternativa para venderla y así obtener algunos ingresos para sus familias.
Según las autoridades, esos lugares se han vuelto escondites favoritos de grupos de pandillas y cuando estos grupos se sienten descubiertos, atacan a quien llega.
Según vecinos y la Policía, las víctimas no fueron ultimadas porque fueran confundidas con pandilleros contrarios, sino por adentrarse a territorio de dominio de esos grupos delictivos.
Además las víctimas residían en el mismo lugar de la pandilla a la que se le atribuye este doble homicidio.
El mismo lugar era utilizado por jornaleros de la zona para sembrar granos básicos como maíz, frijoles y maicillo, entre otros, pero también ya habían sido advertidos de no realizar ninguna actividad de ese tipo en esa zona.
Segundo caso en horas en San Martín
El doble asesinato de los dos jornaleros coincide con el homicidio de dos personas el día lunes, quienes habían llegado siempre a San Martín a dejar en un vehículo una cama.
Sin mayor explicación, los sujetos abrieron fuego contra los trabajadores la tarde del lunes. De acuerdo a la Policía las víctimas fueron identificadas como José Osvaldo Pérez, de 50 años, y Orlando Godofredo Cañas Sánchez, de 46.
Según información preliminar de la Policía Pérez y Cañas llegaron a la colonia Santa Fe II, en el pick up P536-148 cuando varios sujetos se les acercaron y los atacaron a balazos.
Las autoridades aún no han revelado cuál pudo ser el móvil de este otro doble asesinato, aunque no descartan que las maras de esa zona estén implicadas debido a que las personas eran foráneas a ese territorio.
En Sensuntepeque y San Juan Nonualco
En otros hechos, la Fiscalía General reportó el asesinato de un hombre en el cantón San Matías en el desvío al caserío El volcán de Sensuntepeque, Cabañas.
La víctima solo fue identificada como Isidoro Chicas.
En San Juan Nonualco, en La Paz, las autoridades registraron que Alexis Henríquez, de 19 años, murió en un tiroteo entre pandilleros y autoridades. El hecho se registró en el cantón, Uluapa.
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Fotos: René Estrada