Gabriela Chinchilla nunca se imaginó que el tenis la llevaría lejos. A los 12 años, personal de la Federación de Tenis notó su talento en la disciplina, por lo que le propusieron un entrenamiento intensivo para desarrollar sus habilidades.
La dinámica era entrenar durante el día y estudiar en la noche. Con esa rutina comenzó sus estudios de tercer ciclo y, luego, bachillerato en el Programa Edúcame.
Edúcame le permitió aprovechar al máximo el día para dedicarlo al deporte, pero su ambición iba más allá del tenis. El programa hizo que sus objetivos y metas fueran más claros, por lo que se proyectó estudiar Relaciones Internacionales, después de finalizar sus estudios de educación media.
“A mi me gusta mucho viajar y yo sabía que esa carrera me iba a dar muchas oportunidades para viajar y, a la vez, poder trabajar en una embajada u ONG”, explica Gabriela.