Fiscalía intervino llamadas a integrantes de supuesta red de narcotraficantes

Seis imputados enfrentaron la audiencia en el Juzgado Especializado de Instrucción A. Cinco fueron enviados a prisión; otro será procesado en libertad.

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Seis personas que estarían vinculadas a banda de traficantes de droga enfrentaron la audiencia de imposición de medidas. Se les investiga desde abril de 2016.

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16 January 2017

Cuatro hombres y dos mujeres que serían integrantes de una red de narcotraficantes que delinquía en Centroamérica enfrentaron este lunes la audiencia inicial en el Juzgado Especializado de Instrucción A, de San Salvador.

La jueza envió a prisión provisional a cinco de ellos; otro será procesado en libertad, pero tendrá que pagar una fianza de 15 mil dólares.

La agrupación, según la Fiscalía General, era encabezada por el abogado y expolicía José Claros Amaya, detenido en Guatemala, el 10 de enero pasado.

A él supuestamente le colaboraban su esposa, Norma Monge Recinos; Teresa Colato Bonilla, José Jovel Martínez (el hombre de confianza de Claros); Francisco Burgos Benítez, Gustavo Alvarenga Linares y Marco Serrano.

La Policía y Fiscalía de El Salvador los aprehendieron el jueves, dos días después del arresto de Claros.

La jueza ordenó que todos, a excepción de Alvarenga Linares, quien deberá pagar una fianza, sean recluidos provisionalmente. 

Claros Amaya continúa preso en Guatemala y será puesto a la orden de las autoridades de Estados Unidos, quienes lo reclaman para que responda  por delitos de narcotráfico, informó una delegada fiscal.

En agosto de 2016, la Policía detuvo a Samuel Menjívar Barahona tras descubrir que transportaba 122 kilos de cocaína en un a camioneta. La droga tenía un valor de tres millones de dólares y estaba ligada a la banda dirigida por el expolicía, según las investigaciones.

Menjívar está preso en el penal de San Vicente. Mientras que Claudia Mejía Morales (otra supuesta integrante de la agrupación) está prófuga y habría huido a Estados Unidos.

La investigación contra esta red inició en abril de 2016, luego de que la División Antinarcóticos de la Policía recibiera una denuncia anónima en la que advertían que Claros y el nicaragüense Gonzalo Oviedo pretendían traficar droga desde Colombia hasta Guatemala.

La Fiscalía señaló que logró desarticular al grupo y determinar las funciones de cada uno de sus miembros interviniendo llamadas telefónicas y haciendo vigilancia por varios meses. Entre los imputados hay dos abogados, la dueña de un carwash y comerciantes.