A pesar de su discapacidad visual Ángel desea seguir estudiando y asegura que se esforzará para obtener un título universitario.
Él vive en Jiquilisco, Usulután. Cuenta que cuando tenía cuatro años de edad le fue detectada miopía, enfermedad que le impedía tener una visión clara de los objetos.
Cuando llegó a los 12 años de edad perdió la visión de su ojo derecho a causa de la enfermedad.
“No utilizaba lente y me apareció una catarata en el ojo derecho, no me pudieron operar a tiempo porque mi familia no tenía los recursos y lo perdí”, relató.
Aseguró que ese hecho no le impidió seguir con sus estudios. En esa época él estaba cursando el segundo semestre del cuarto grado.
Dos años después, la retina de su ojo izquierdo se desprendió y quedó ciego. Este hecho ocurrió en febrero de 2012, cuando Ángel iniciaba el séptimo grado.
“Ese día pedí permiso en la escuela porque tenía una consulta en el Hospital Rosales, pero cuando iba en el bus dejé de ver, me quedé sin visión y ya no pude seguir con mi vida normal”, comentó.
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