Químico salvadoreño es investigador en la Universidad de Córdoba

El profesional Rafael Klee Morán, quien logró 10 en la PAES hace una década, está por terminar su doctorado y actualmente lleva a cabo investigaciones relacionadas con las baterías de ion-sodio.

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 A sus 27 años Rafael Orlando Klee Morán ha alcanzado varias de las metas que se trazó cuando salió de bachiller.

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13 January 2017

Corría 2006 cuando Rafael Orlando Klee Morán fue noticia por ser uno de los estudiantes que obtuvo 10 en la Prueba de Aprendizaje y Aptitudes para Egresados de Educación Media (PAES). Hoy aquel joven es todo un destacado investigador en el campo de la Química, un escaño que alcanzó no solo por tener habilidad con los números, sino porque  siempre ha estado dispuesto a tomar nuevos retos y sobre todo a luchar con tenacidad por cumplirlos.

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En febrero próximo este joven,  originario de San Salvador, coronará un doctorado sobre materiales para baterías de ion-sodio, el cual es impartido por la Universidad de Córdoba, España. Su trabajo de graduación es una investigación que se denomina  Avances en la Utilización del Fosfato de Sodio y Vanadio como electrodo positivo en baterías de ion-sodio.

Klee Morán, quien es uno de los estudiantes formados en el Programa de Talento de la Universidad de El Salvador (UES), explicó que llegar allí  no ha sido una tarea fácil porque su familia no es acomodada y, si bien  al ser el mejor en la PAES tenía derecho a recibir  una beca del gobierno para estudiar en una universidad del extranjero de su elección, al final el beneficio  nunca  se concretó.

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En 2007 ingresó a la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) a estudiar Ingeniería Química y parte de sus estudios allí los financió con una beca que, por su excelencia académica, le brindó la Fundación para el Desarrollo Empresarial  (FEPADE).

Al graduarse como ingeniero químico la UCA le otorgó un reconocimiento como el mejor de su clase. También la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) lo galardonó por ser el primer lugar nacional de ingeniería Química, y la Asociación Salvadoreña de Ingenieros Químicos (ASINQUI) por ser el mejor expediente de ese año.