El Triángulo Norte es una zona mortal: 14,870 homicidios

Solo en El Salvador fueron asesinadas 5 mil 278 personas durante el año pasado.

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El Triángulo Norte

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13 January 2017

En el Triángulo Norte de Centroamérica convergen pandillas, bandas, narcotraficantes y tratantes de personas, y como consecuencia de ello, una alta ola de criminalidad y de muertes que quedan en la impunidad.

De ahí que la violencia siguiera desatada en 2016 en esta región, integrada por El Salvador, Honduras y Guatemala, donde 14 mil 870 personas fueron asesinadas, de acuerdo con las cifras oficiales.

El registro del año pasado evidencia una caída del 10.32 % en el número de homicidios si se compara con los 16 mil 582 de 2015, según los datos de las autoridades, que atribuyeron el resultado a las políticas de seguridad que se desarrollan en cada país.


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En el caso de El Salvador, a pesar de que hubo menos homicidios respecto a 2015, las cifras fueron alarmantes: 5 mil 278, a razón de 14 muertes violentas por día.

Ha sido el segundo año más violento desde los Acuerdos de Paz en 1992. El año récord de homicidios ha sido 2015, en el que hubo 6 mil 656 muertes violentas.

Este triángulo mortal registró 17 mil 422 asesinatos en 2015, y 15 mil 727 en 2014.

La violencia medida por el número de homicidios se redujo en 2016, y es algo positivo, pero los números siguen siendo altos. 

Las tasas de homicidios son más elevadas que en otras regiones del mundo”, dijo el investigador del INCAE Business School, Ronald Arce.

Para 2016 la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes se ubicó en 81.7 en El Salvador, en 58 en Honduras, y en 27.3 en Guatemala, muy lejos de la de 10 que para la Organización Mundial de la Salud (OMS) evidencia una epidemia de violencia. 


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El Triángulo Norte, un zona de casi 30 millones de habitantes, la gran mayoría pobre, está azotado por las peligrosas maras o pandillas, organizaciones criminales que cuentan con decenas de miles de miembros, armamento de guerra y que son señaladas por las autoridades como las principales responsables de la elevada criminalidad. 

Es pieza fundamental en ese rompecabezas infernal el narcotráfico: América Central es usada como puente para los estupefacientes procedentes de Suramérica y que tienen como destino Estados Unidos, el mayor consumidor de cocaína del planeta. 

El narcotráfico, los homicidios, en mucho casos atroces, y otros delitos como extorsión son vinculados con las pandillas, que nutren sus filas de adolescentes, incluso niños, lo que impulsa el fenómeno de la emigración masiva hacia México y Estados Unidos, principalmente. 

En el año fiscal 2016 (que va de del 1 de octubre de 2015 al 30 de septiembre de 2016), 408 mil 870 inmigrantes cruzaron la frontera suroeste de Estados Unidos y fueron apresados por la Patrulla Fronteriza, con aumento del 23 % respecto al año fiscal anterior, de acuerdo con datos oficiales estadounidenses.

Amnistía Internacional (AI) alertó, en un informe presentado en octubre pasado en Tegucigalpa, que los ciudadanos de Guatemala, El Salvador y Honduras “luchan una batalla diaria por sobrevivir en medio de la omnipresente violencia, y a menudo su única opción es huir de sus países”. 

Para el investigador del INCAE, “la gobernabilidad y el respeto al estado de derecho son elementos que deberían ser considerados en cualquier estrategia” contra violencia que se desarrolle en el Triángulo Norte. 

“La eficiencia del sistema policial y judicial, manteniendo el respeto a los derechos humanos, que permitan tener tasas bajas de impunidad, pueden generar las señales adecuadas para la sociedad”, aseveró Arce. 

Para frenar la inmigración y atender otros problemas sociales en el Triángulo Norte, Estados Unidos aprobó 750 millones de dólares para el Plan Alianza para la Prosperidad que impulsan los tres países centroamericanos. 

El presidente estadounidense saliente, Barack Obama, opinó en octubre pasado que la estrategia para estabilizar las naciones del Triángulo Norte puede tardar “una década” en completarse. 

El apoyo de Washington al Plan Alianza para la Prosperidad está garantizado, han sostenido funcionarios estadounidenses, en un intento por bajar la incertidumbre generada por la elección como presidente de EE. UU. del republicano Donald Trump, quien mantiene un marcado discurso antiinmigrante. 

“Lo que pasará con el tema de la Alianza para la Prosperidad es sin duda una interrogante. Ahora bien, hay que considerar que este proyecto fue aprobado por ambos partidos en el Congreso de los Estados Unidos y, como tal, no puede ser modificado directamente por el Ejecutivo estadounidense”, señaló Arce. 

Además, agregó el investigador del INCAE, ese plan “fue concebido como parte de una estrategia para reducir la violencia y también disminuir la migración hacia Estados Unidos. Este segundo (punto) podría (hacer) pensar que sigue siendo importante para el presidente electo de ese país”.

El combate trinacional de la criminalidad

A mediados de noviembre del año pasado, El Salvador, con varios meses de retraso, Guatemala y Honduras crearon una fuerza compuesta por policías y militares de los tres países, con el objetivo de combatir la violencia, en especial a las pandillas. 

Los primeros acercamientos para la formación de esta fuerza trinacional comenzaron en octubre de 2016. El 12 de ese mes, Guatemala anunció el primer resultado del trabajo entre los tres países, con la detención de seis salvadoreños miembros de la mara Salvatrucha (MS 13), quienes eran buscados por homicidio y extorsión. 

El ministro de Gobernación (interior) de ese país, Francisco Rivas, declaró que en la detención de los delincuentes, que estaban en la lista de los 100 más buscados en El Salvador, se realizó un trabajo de inteligencia. 

Rivas explicó, que según investigaciones, los pandilleros tenían unos seis meses de estar en Guatemala. Uno de ellos, de acuerdo con la Policía Nacional Civil (PNC), José Alonso Marroquín, alias Ave, coordinaba el trasiego de armas entre su país y Guatemala. 

Con el equipo formado por policías y militares, los países pretenden hacer despliegues en una gestión de operaciones conjuntas. El plan incorpora medidas de operaciones de seguridad coordinadas, compartir información de inteligencia, realizar entregas de personas detenidas de forma “expedita posible”, y la formación de grupos de Altos Niveles de Seguridad. 

Las pandillas MS-13 y 18 asedian a los tres países centroamericanos y son responsabilizadas de los altos índices de homicidios.

EE. UU. respalda labor de fiscales en la región

El mes pasado, el Subsecretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Juan Sebastián González, confirmó que el Congreso de Estados Unidos continuará con su apoyo hacia los fiscales de los países que forman el Triángulo Norte. Este estará basado en el combate a la corrupción y un sistema de justicia independiente. 

En esa misma ocasión el funcionario apoyó la operación Jaque realizada en El Salvador, a través de la cual las autoridades dieron un golpe fuerte a la MS-13, confiscando propiedades, vehículos, buses y dinero.