SAN SALVADOR. La calle Rubén Darío sigue saturada de ventas informales, las cuáles se han incrementado ante la llegada de la temporada escolar.
Al menos seis cuadras de la calle, están abarrotadas por ventas de implementos escolares.
Desde la 15a. Avenida Sur hasta la 4a. Calle Poniente, la vía está saturada de ventas informales.
Las aceras de esa importante vía, también se encuentran con ventas de otros productos y el espacio para transitar es mínimo.
Los accesorios navideños fueron reemplazados por mochilas, cuadernos, lapiceros, colores, acuarelas, plásticos para forrar cuadernos, entre otros artículos que son ofrecidos por los vendedores.
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Ciudadanos consultados en esa arteria, coincidieron en manifestar que no se oponen a que los comerciantes aprovechan la temporada para ofrecer sus productos, pero que debe ordenarse para permitir el libre paso vehicular y peatonal.
“El problema es que casi no dejan espacio para caminar y uno se expone a que lo atropelle un carro”, dijo un anciano de nombre Julio.
Algunos transeúntes se detienen en los puestos, en busca de los útiles escolares, aduciendo que ahí los encuentran más baratos. Para muchos es una opción a su economía familiar.
Una mujer con sus niños, se conducía en un vehículo particular sobre la calle Rubén Darío y se detuvo a consultar precios, mientras los demás vehículos sonaban sus pitos, tratando de apresurarla.
Algunas de las ventas informales que fueron sacadas del Centro Histórico por la municipalidad, se ubicaron a un costado de la Plaza 14 de Julio (parque Hula-Hula) o la calle Rubén Darío. Esto generó más tráfico.
Abusos
Otro de los problemas es que los pocos semáforos que hay en las intersecciones de la 17a Avenida Sur y 2a. calle Poniente; y en la esquina de la 9a. Avenida Sur, no son respetados por los automovilistas, especialmente del transporte de carga o del público.
Las cruz -calles son bloqueadas por conductores que quieren pasar a como dé lugar.
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La falta de espacio para que circulen los vehículos hace que el tráfico sea lento o que en algunas ocasiones se detenga.
Algunos vehículos de transporte de carga también contribuyen al desorden, al estacionarse por varios minutos descargando mercaderías.
Pese a lo intenso del tráfico en la calle Rubén Darío y sus diversas intersecciones, es poco habitual ver a agentes de la División de Tránsito de la PNC que ayuden a eliminar los congestionamientos.
La 4a. Calle Poniente es otra calle aledañas a la Rubén Darío que es usualmente ocupada por los comerciantes para ofrecer sus productos en esta temporada escolar.
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Ahí el tráfico es menos congestionado, ya que se desvió el transporte público de pasajeros.
Sin embargo, los automovilistas se quejan que el problema fue trasladado a la 1a. Calle Poniente.