Representantes de organizaciones sindicales de Salud, Educación y Seguridad se han unido para manifestar su preocupación por las reformas que ha planteado el Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno.
Los trabajadores sindicalizados denuncian que sea un proceso oculto para el sector laboral, el cual, según los sindicalistas, quiere ser vendido a la población como renovación de los acuerdos de paz.
Manifestaron, también, que Gobierno y el FMI están negociando un pacto fiscal a favor de intereses propios, defendido por fracciones legislativas, y que lo pretenden vender como una solución a la economía nacional.
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Además, dijeron que de no ser solucionados todos los problemas de los empleados públicos de Salud, Seguridad y Educación, quienes dan como fecha última el 31 de diciembre, el próximo año tomarán medidas fuertes de presión, entre ellas la huelga nacional indefinida de los tres sectores.
Una de las soluciones planteada por el FMI, con la cual están en total desacuerdo, explican los sindicalistas, es el aumento de las jornadas laborales de 10 a 12 horas.
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Dirigentes sindicales de Educación, además, denuncian la falta de pago de salarios a más de 5,000 empleados de escuelas públicas de todo el país, y los despidos injustificados.
Por su parte, Marvin Reyes, secretario general del Sindicato de la Policía, denunció la falta de recursos, incentivos y de mejoras salariales para los empleados.
Silvia Navarrete, de Ustraspes, hizo un llamado a la Asamblea Legislativa para que realice una plenaria extraordinaria para la aprobación del presupuesto, de lo contrario, advierte que en unión con los sindicatos de los diferentes sectores realizarán acciones en enero de 2017.