Para que la tasa de homicidios registrada en Nahuizalco durante 2015 fuera normal, ese municipio tendría que tener un millón de habitantes. Pero un censo realizado el año pasado arrojó que solo tenía 52 mil. Los registros municipales indican que 90 residentes murieron de forma violenta.
En este año, la cantidad de homicidios ha disminuido un poco. Hasta el 13 de diciembre 56 personas habían muerto de forma violenta. Aun así, la cantidad es elevada.
Para la cantidad de población que Nahuizalco tiene, tendría que tener menos de cinco asesinatos por año, para considerarlo como un índice “normal”.
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El área urbana lleva dos años sin registrar ninguna muerte violenta. En el centro del pueblo la gente se ve caminar de manera despreocupada. Los fines de semana el pueblo es inundado de turistas. Pero si se quiere ir más allá del pueblo, no es recomendable a menos que se vaya acompañado de policías.
Si se pregunta cómo llegar a algunos de los cantones, casi cualquiera, los lugareños agregan a su indicación una recomendación: tenga cuidado, ahí es peligroso. O hasta una bendición: Que Dios los cuide.
No es para menos, hay cantones donde los homicidios han sido el pan de cada día. En 2015 hubo días en los que mataron a más de una persona en el municipio, en lugares y horas distintos. Y hubo un par de masacres den Pushtan y Tajcuilujlan, dos cantones cuyos pobladores parecen estar orgullosos de sus raíces indígenas.
De hecho, en el muro de una iglesia del cantón Pushtan puede apreciarse un mural alusivo a la masacre de indígenas hace casi un siglo: 1932 nunca más, se lee en la pared.
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Pushtan, de mal en peor
Pushtan es uno de los sectores que está incluido en el Plan El Salvador Seguro. Eso supone que desde septiembre anterior, es prioridad para la policía y militares patrullar.
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Sin embargo, ese cantón, a diferencia de otros donde se ha observado una leve mejoría, parece ir de mal en peor en el aspecto de seguridad.
Según los registros de defunciones, durante 2015, cinco pobladores de ese cantón fueron asesinados. Pero esa cantidad se ha duplicado este año. Es decir, que entre 2015 y 2016, 15 pobladores de ese lugar murieron de forma violenta.
En los cantones colindantes con Pushtan la cantidad de homicidios también ha sido alarmante.
En Tajcuilujlan, en los últimos 23 meses fueron asesinas 12 personas, otro tanto en Sisimitepet, 10 en Ánal Abajo y nueve en Sabana San Juan Abajo.
En total, 57 pobladores de esos cinco cantones fueron asesinados entre el 1 de enero de 2015 y el 29 de noviembre anterior.
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¿Quiénes son los asesinados y quiénes los asesinos?
En las partidas de defunción sobresalen los jornaleros y agricultores como las personas que más han sido asesinadas en la zona nororiente de Nahuizalco.
De acuerdo con las fuentes consultadas, gran parte de las víctimas de asesinato son miembros de pandillas o familiares de estos que son asesinados cuando cruzan los límites de los territorios demarcados como suyos por las diferentes pandillas que controlan esa zona.
Un caso que ejemplifica lo anterior, lo constituye el homicidio de Oseas Neemías Aguilar Tepas, un estudiante de 17 años, quien fue asesinado el pasado 16 de noviembre por miembros de la pandilla 18 como acto de venganza, pues, según fuentes policiales, el hermano del estudiante había participado directamente en el homicidio contra dos miembros de la pandilla 18 asesinados el 13 de noviembre.
Pero no todas los asesinados tienen vínculos con pandillas. Entre estos se cuentan personas como Francisco Bran Aguilar y su hijo José Ricardo Bran García, de 69 y 43 años, quienes fueron asesinados el pasado 10 de septiembre porque uno de ellos se había vuelto un estorbo para los intereses de la mara Salvatrucha que domina la zona sur del cantón Pushtan.
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O el caso de Elías Iván Cruz Lipe, un agricultor de 22 años, quien murió días después de recibir un disparo en el cuello por defender a su padre de un grupo de mareros.
Los asesinos, en la mayoría de los 144 homicidios de habitantes de Nahuizalco, han sido miembros de pandillas; de las tres que tienen presencia en el municipio.