Dos niños alertaron a familia sobre asesinato de sus padres y hermano

Los dos sobrevivientes pasaron varias horas junto a los cadáveres. Vivían en San Francisco Menéndez, Ahuachapán

descripción de la imagen

Por

19 December 2016

Eran muy pobres. Así describen los vecinos del caserío El Refugio del cantón San Benito, municipio de San Francisco Menéndez, en el departamento de Ahuachapán, a los tres miembros de una misma familia que la madrugada del lunes fueron asesinados.

En El Refugio, un cantón enquistado en las montañas de la reserva natural del bosque El Imposible, los lugareños no encuentran la posible motivación para que fueran asesinados Luz de María Carranza, de 29 años, Andrés Pérez Sandoval, de 45, y el hijo de ambos, Milton de 12 años de edad.

Vea galería completa de imágenes

El triple homicidio fue cometido aproximadamente a la 1:00 de la madrugada. Dos infantes, hijos de Luz de María y Andrés permanecieron junto a los cadáveres hasta que amaneció.

En cuanto aclaró bien, una niña de entre seis y ocho años tomó  en brazos a su hermano, de poco más de un año, y caminaron rumbo a la casa de sus abuelos paternos para contarles lo que habían vivido en la madrugada.

Puede ver: "Una rata menos", decía el papel encontrado a hombre asesinado en Soyapango

Los dos adultos y el niño fueron asesinados a machetazos. Nadie sabía exactamente cómo es que sobrevivieron los dos niños a quienes las autoridades tomaron en custodia.

Los asesinos sorprendieron a la familia dentro de la casa rústica, con paredes construidas con pedazos de madera y con techo de lámina vieja.

Descartan robo

Tanto Andrés como Luz de María apenas sobrevivían en la pobreza. Ambos eran originarios del mismo cantón y por eso los vecinos aseguran que los conocían bien.

Muchos descartan el robo porque apenas si tenían para comer a diario, afirma una mujer propietaria de una tienda.

¿Qué le iban a robar? Pues nada, no tenían nada de valor. Para ejemplificar la situación económica, un hombre dijo luego de que los agricultores del sector tapiscaran sus cultivos de maíz, la mujer y sus dos hijos mayores iban a hurgar para buscar mazorcas que hubieran sido olvidadas por los dueños del cultivo.

La mayor actividad económica de Luz de María consistía en criar gallinas para luego vender los huevos o las gallinas mismas y con ello ayudar a en la maltrecha economía familiar.

Una vecina recordó que el domingo anterior, al final de la tarde, Luz de María pasó por su casa para encargarle huevos para que los empollara una gallina clueca que tenía.

Andrés, por su parte, trabajaba jornaleando a los agricultores de la zona, ganando no más de cinco dólares por día.

Dos niños con un futuro más duro

Al mediodía, mientras las autoridades fiscales y policiales inspeccionaban la casa donde estaban los tres cadáveres, Damián (nombre ficticio) lloraba de dolor por un ataque de herpes en la boca.

La abuela de Damián, que tal vez vive igual o mucho más pobre de lo que vivía su hijo Andrés con su familia, intentaba calmarlo dándole unas cucharadas de jugo de naranja.

Si con sus dos padres, Damián y su hermana mayor ya tenían mucho en su contra, ahora sin ellos su futuro pinta más oscuro.

Mientras tanto, hasta ayer en la tarde, las autoridades aún no tenían una hipótesis clara de por qué mataron a los Pérez Carranza.
 

Lea: Auto de lujo, motocicleta y armas fueron decomisadas a pandilleros tras tiroteo