Luis García Ibáñez tiene más de 20 años de experiencia en el área de otorrinolaringología, fue el primero en colocar un sistema auditivo totalmente implantado en España. En la actualidad es el director de la Fundación García Ibáñez, institución que beneficia con implantes cocleares a niños pobres.
Desde 1997 la Fundación García Ibáñez ha implantado a 31 niños salvadoreños. Durante 2010, 2012, 2014 y 2016 las operaciones se han realizado en el país. Años anteriores fueron en Barcelona, España.
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¿Qué significa para usted que gracias a la operación que realiza en un niño, él pueda escuchar y hablar?
Me conmueve, realmente te emociona ver la alegría de los niños cuando ellos escuchan por primera vez. La emoción es muy grande cuando ellos te agradecen … es algo muy especial. Es una emoción y una sensación indescriptible saber que un niño puede escuchar y hablar después de la operación y que tal vez si no hubiese recibido el implante no lo podría hacer. Les damos muy poquito a comparación de todo el agradecimiento y cariño que recibimos de los niños y sus familiares, cuando nosotros venimos.
Cada vez que venimos se realiza una actividad con todos los niños implantados, es tan gratificante y hermoso convivir con ellos. Es emocionante y dan ganas de llorar cuando ves que los niños que fueron implantados en la jornada anterior ya pueden hablar … es realmente hermoso.
Cada dos años el doctor García Ibáñez implanta a cinco niños, este año fue diferente porque sin tener los recursos económicos y el trasplante coclear decidieron intervenir a Britany Abigail Amaya López, de tres años y ocho meses de edad . Su hermana menor, Emely Guadalupe de dos años y cuatro meses de edad sí estaba seleccionada para ser implantada en esta jornada. Ambas niñas padecen sordera congénita.
¿Cómo solucionaron el caso de Britany?
No la teníamos en el registro. Ella es hermana de una de las niñas que fueron seleccionadas y decíamos: “qué hacemos con ella, no podemos implantar a su hermanita pequeña y a ella no. No podemos ser tan crueles de darle solo a una niña la audición y a la otra no”.
Movimos cielo y tierra para hacer posible la operación. Llamamos a la compañía y ahí nos dijeron que no había dinero, pero igual pedimos el implante y lo mandamos a traer. Es que lo teníamos que hacer, la satisfacción es tan grande para ellos y nosotros.
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Además, no podíamos ser tan crueles de darle la audición a su hermanita menor y a ella no, eso lo teníamos que solucionar.
¿Cuál fue el esfuerzo extra que hicieron?
Primero fue el económico, estamos hablando de 18 mil dólares más que no estaban incluidos en el presupuesto de esta jornada. Teníamos que buscarlo, preguntar a la fundación y nuestros donantes sí se podía hacer. Al final lo solucionamos y nos dijeron que le diéramos con la operación.
El segundo problema fue traer el implante desde España.
Tenía que pasar por Panamá para después venir aquí y pasar por aduana. En aduana tuvimos otro problema porque no nos lo querían dar y ahí pasó dos días.
Todo este proceso inició el domingo que nos dimos cuenta que estaba Britany.
Realmente ha sido un montón de movimientos que se ha tenido que hacer de lunes a jueves, pero ha valido la pena.
Britany fue implantada el pasado 10 de diciembre por la mañana en el Hospital Bloom.
¿Qué siente cuando está operando a un niño y saber que gracias a esa operación él podrá escuchar y hablar?
Las cirugía hay que despersonalizarla porque conlleva riesgos y pueden haber complicaciones. Entonces cuando estás en una operación hay que eliminar todas las emociones, hay que ser muy fríos.
Los cirujanos en el quirófano tienen que ser muy serios y fríos. Yo no puedo estar operando si estoy pensando en la sonrisa de un niño o las penurias que él ha pasado para llegar hasta ahí.
Además: "Ella sonrió cuando escuchó por primera vez"
Yo tengo que pensar que él es un paciente que está ahí y yo lo tengo que ayudar. En el momento donde tu metes emociones pueden aparecer los nervios y haber equivocaciones.
Las emociones se quedan afuera. Es muy duro, pero así tiene que ser porque los cirujanos fríos son los que resuelven las complicaciones y los problemas que se pueden presentar en la intervención.