Un grupo de jóvenes que tuvo a su cargo el cierre de la Semana de la Transparencia, instó a los salvadoreños a no seguir tolerando y siendo cómplices de la corrupción, sino al contrario, que se comience a denunciar a los funcionarios corruptos que se llevan el dinero de los salvadoreños.
La jornada de ayer estuvo a cargo de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia que junto al Consorcio por la Transparencia desarrollaron el encuentro “Jóvenes contra la corrupción” y tuvieron como ponentes a los jóvenes Óscar Luna, Luciana Fortis y a Alejandro Córdova, todos involucrados en el arte y la cultura del país.
“Este ha sido un año revelador, los salvadoreños pudimos vernos en el espejo, en esta semana conocimos nuevos escándalos, nuevas investigaciones de corrupción, y nos dimos cuenta que somos un país corrupto, un país impune y que lo toleramos”, dijo Emilio Orellana, en su presentación del panel juvenil.
Pero esa percepción de que todos los salvadoreños son culpables de que en el país los funcionarios del Estado y los políticos se roben millones de dinero del erario público, fue compartida por los panelistas.
“Somos culpables todos, tanto es culpable el que roba $10 millones como el que no dice nada, el que votó por él; o sea, todos somos parte de un sistema y permitimos esas cosas”, manifestó Alejandro Córdova, joven escritor ganador de tres premios nacionales consecutivos en la rama de cuento.
“Cualquier joven que trate de ser cualquier tipo de emprendimiento o algún tipo de proyecto y que se junta con todas esas dificultades para realizarlo, la vía fácil para hacerlo va a ser la corrupción”.
Por su parte Fortis, una joven emprendedora textil, aseguró que existe una cultura de la corrupción bien arraigada en los salvadoreños que, inclusive, eso se percibe al momento de intentar llevar adelante un proyecto. Es más, dijo que se hace difícil para los jóvenes no replicar las malas conductas de los adultos.
“Cualquier joven que trate de ser cualquier tipo de emprendimiento o algún tipo de proyecto y que se junta con todas esas dificultades para realizarlo, la vía fácil para hacerlo va a ser la corrupción”, externó.
Erick Ortiz, quien fue el moderador del conversatorio fue más allá y dijo que “hablamos de la cultura del vivián. Aquí quien puede salir adelante es el que tiene cuello, el corrupto; y lo que sucede es que la corrupción se ha convertido en algo cultural, hasta lo vemos normal y hasta aplaudimos las picardías del corrupto”.
Óscar Luna, por su parte, lamentó que pese a las notas periodísticas sobre funcionarios corruptos que tanto El Faro, donde labora, como los demás medios de prensa, han estado publicando, el problema de corrupción sigue campante.
“Tenemos un problema serio de memoria, un problema serio de que no nos importa”, dijo Luna, quien agregó que la sociedad civil debe unirse para comenzar a cambiar al país en este tema.
“Movimientos hay un montón, el punto es que los movimientos se unan, si no están unidos va a a ser más difícil”, advirtió el músico electrónico y coordinador de multimedia de El Faro.