Pérdida en cosecha de café por lluvia en el occidente del país

Cosecha de bajío y de media altura son los más propensos a sufrir daños por madurar primero.

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Sector cafetalero no ve una solución real a sus problemas

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08 December 2016

La lluvia que azotó en varias zonas del occidente del país, el lunes durante casi todo el día, podría generar pérdidas para los caficultores, reconoció Jaime Ortiz, primer vocal de la Asociación Cafetalera de Santa Ana.

Éstas pérdidas podrían ser de hasta un 5% de la producción de cada productor.

Explicó que entre las consecuencias de las lluvias está que el producto podría reventarse y caer, con lo que pierde  peso.

Además porque las personas ya no recogen el grano cuando está en el suelo, traduciéndose en  pérdidas para los caficultores. 

Ortiz explicó que solo cerca del 50% de los productores había cortado café al momento de las lluvias; principalmente aquellos que tienen sus fincas entre los 600 y mil metros de altura sobre el nivel del mar.

Aclaró que la diminución de la cosecha, dependerán de cuál fue la cantidad de lluvia que cayó en cada zona.

En algunos municipios del occidente del país, por ejemplo Ahuachapán, llovió desde el mediodía hasta las 5: de la tarde. Similar situación ocurrió en Los Naranjo, en Juayúa, Sonsonate; además de algunas zonas del volcán de Santa Ana.

“El café de bajío, por su altura, madura anticipadamente; madura un mes antes que en las zonas altas. En dichas zonas todavía está verde, puede aguantar algunas lluvias, no diluvios por supuesto, porque si no el café ya no madura”, expresó el caficultor.

Consideró que en los cafetales de las zonas altas no tendrá mayor incidencia por las lluvias ya que el grano tarda más tiempo para madurar.

Ortiz expresó que otra de las situaciones que enfrentan los caficultores es que ya no hay “pepenadores” de café; convirtiéndose en pérdida del grano para ellos, ya que queda en el suelo.

Una de las razones es que a las personas les resulta incómodo estarse agachando para recoger el café tirado.

Lo atribuyó a problemas culturales; pero también porque la mano de obra que trabaja en las fincas tienen de sesenta años en adelante.

En algunas ocasiones han tratado de incentivar la mano de obra cancelando entre $1.25 y $1.50 por arroba cuando lo normal es un dólar.

Los caficultores esperan que las lluvias del lunes sean circunstanciales; porque de seguir lloviendo podrían tener más pérdidas.