Tres pandilleros enterraron viva a joven en Santa Ana

Un menor de 14 años de edad solo pasará cinco años en prisión; mientras que los otros dos de 17, estarán 12 años en la cárcel, según el Juzgado Segundo de Menores de Santa Ana.

descripción de la imagen

Por

07 December 2016

Tres pandilleros menores de edad cumplirán reducidas penas de prisión por haber enterrado viva a una adolescente de 16 años, informó la oficina fiscal de Santa Ana. 

La sentencia para los tres integrantes de la mara 18 fue impuesta por el Juzgado Segundo de Menores de Santa Ana.


Podría interesarle: Matan a hijo de policía en Quezaltepeque


El jefe fiscal Carlos Herrera explicó que Francisco N., de 14 años, solo podrá cumplir cinco años en prisión por la muerte de la joven Erika N., de 16 años; ocurrida el 15 de noviembre del 2015 en la colonia El Edén de Santa Ana.

Agregó que los pandilleros de la mara 18 , Carlos N. y Hugo L.N.;  los dos de 17 años de edad recibieron una pena de 12 años en prisión. Los tres menores homicidas tendrán que cumplir con las sentencias en el centro de reclusión de menores El Espino de Ahuachapán. 

Para lograr condenar a los tres adolescentes, la Fiscalía contó con un testigo protegido a quien identifican como "México" que relató con lujo de detalles como los tres condenados participaron en la muerte de la joven.


También: Policías seguirán presos por vinculo a asalto de banco


El testigo declaró ante el tribunal que observó a los tres condenados acompañados de varios adultos que llevaban plagiada a la joven a un cafetal de la colonia El Edén de Santa Ana.

Al llegar al sitio, los pandilleros comenzaron a golpearla hasta dejarla desmayada. Sin embargo, los individuos le meten a un hoyo que habían excavado y todavía la siguieron golpeando en la cabeza con una pala para después enterrarla. Su cuerpo fue hallado dos días después por residentes del lugar.

La autopsia de Medicina Legal reveló que la joven murió por "asfixia mecánica por sofocación, obstrucción de las vías respiratorias  con tierra, relacionada con traumatismo craneoencefálico severo de tipo contuso". Lo anterior significa que Erika N.  aún estaba con vida cuando fue enterrada por los tres menores homicidas, según Fiscalía.