Falta de acuerdos políticos estanca el desarrollo salvadoreño

Diplomático destaca que los salvadoreños se han decidido por la honestidad y la transparencia y se debe potenciar instituciones.

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Embajador de España

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04 December 2016

El Embajador de España, Francisco Rabena, declara que le preocupan los problemas que atraviesa El Salvador, reconoce que hay avances, pero falta mucho por hacer, sobre todo en lo político por la falta de acuerdos está estancando el desarrollo del país.

Rabena sostiene que los momentos “que estamos pasando” (y lo menciona así porque dice que él residen en el país) son difíciles. Sin embargo, confía en que los diversos sectores se pongan de acuerdo para darle un mejor futuro a los salvadoreños.

El diplomático asegura que hay temas en los que se ha avanzado mucho; pero hay otros en los que muy poco se está haciendo, como por ejemplo la erradicación de la extrema pobreza, mejoras en la salud, educación, entre otros.

¿Cómo ve la situación política y social de El Salvador?

En El Salvador estamos pasando --me incluyo porque vivo aquí, queremos que las cosas vayan bien; las relaciones entre ambos países son muy fuertes y queremos que se consoliden más--. Hay áreas donde no hemos tenido grandes avances... en ese aspecto, es verdad que el país está pasando por momentos muy delicados; pero ha tenido avances en las instituciones.

El país tiene muy buenas condiciones objetivas para desarrollarse positivamente, aquí hay dos grandes partidos, eso es muy importante para el país tener dos fuerzas políticas serias, tienen que entenderse, llegar a una visión común de lo que es el futuro de El Salvador. Ha habido grandes avances en la creación de la Policía Nacional Civil, en reformas constitucionales, depuró las fuerzas armadas y la puso al mando de los civiles.

¿Qué ha pasado aquí? Probidad (de la Corte Suprema de Justicia) dio el Ok para investigar a Cristiani y a Calderón Sol, Antonio Saca está siendo procesado, Mauricio Funes es asilado político y Sánchez Cerén será sometido al escrutinio público. La población salvadoreña pide transparencia, pide luchar contra la impunidad, no admite la corrupción... El país en ese aspecto va a bien.

(Pero) es una gran pena que las dos fuerza políticas y económicas no puedan llegar a un consenso de mínimos para buscar soluciones eficaces a los grandes desafíos.

Cuando usted habla de que es una gran pena...

Es una pena, en español, una lástima; no me estoy refiriendo a una vergüenza, lo aclaro.

¿Cuando habla que es una lástima que las dos grandes fuerzas políticas no encuentren el mínimo consenso, habla que viene a estancar el desarrollo del país?

Claro que sí.

¿Qué se debe hacer?

No recomendaría medidas concretas porque son los salvadoreños y sus representantes políticos los que tienen que decidir; pero hay dos o tres temas que son fundamentales y hay que trabajar en ellos: primero, generar medidas de confianza entre las fuerzas políticas con respecto a la ciudadanía. Se debe avanzar en un clima político de confianza y no desconfianza.

Te pongo otro ejemplo: el de la pobreza extrema, gente que sale en los periódicos cuando hay un asesinato y sale la casa donde vive suelo de tierra, cuatro palos, una habitación, sitio donde cocinar con madera, nada de aguas negras, las gallinas por ahí. Toda esa gente en pobreza extrema son salvadoreños, igual que todos. Ese es un objetivo principal, hay que tomar un plan de erradicación de la pobreza extrema, un plan de agua para todo, un plan de educación, que es el futuro de este país y no solo en materias primas.

Hay que invertir, el nivel de escolarización temprana de niños de menos de tres años, es el ridículo, es el 0,2 % del presupuesto de Educación el que se dedica a la educación temprana. Un niño, el 80 % de su capacidad intelectual y lo que va a ser (se determina) son los primeros tres años.

Es impresionante ver todos esos problemas que  usted menciona y las fuerzas principales siguen sin ponerse de acuerdo. ¿Hacia qué conduce eso al país?

Primero, a que el país crezca poco y que le dé poco futuro a sus ciudadanos. Aquí el 70 % de la fuerza laboral es informal, que trabajan sin tener seguridad social, derechos laborales, con sueldo de precariedad enorme; hoy trabajan y mañana a la calle, eso hace que la gente viva al día, que no sea posible mejorar el sistema de cobertura sanitaria. (El Salvador) es un país, que por lo tanto, no atrae la inversión extranjera y por lo tanto tampoco crea trabajos formales. Cada año hay varias decenas de miles de chicos (jóvenes) que entran al mercado laboral y no se crean trabajos, entonces viene la inmigración, el subempleo, la informalidad, las maras, la violencia.

Si tú eres un salvadoreño de trabajo, un hijo sin trabajo, si está asediado por las maras; (entonces) de qué sirve hablar horas y horas sobre los viáticos, si dan o no desayuno en la Asamblea? Parecerá un abuso, pero no soluciona nada, a lo que los ciudadanos les interesa que haya una política de sanidad eficaz, que funcionen los aires acondicionados de los quirófanos, las lavadoras de los hospitales, que haya medicinas. Da pena, porque hay una desconexión de los intereses de la población y las necesidades de la población.

El problema de la corrupción es bastante grave en el país, pese a que hay instituciones que comienzan a funcionar. ¿Cómo ve el papel del Instituto de Acceso a la Información y la Sección de Probidad?

Yo creo que es un gran avance. La Sección de Probidad y el Instituto de Acceso a la Información tienen un gran apoyo. Yo creo que la población ha decidido ya que entre la corrupción y la honestidad, está a favor de la honestidad; entre el oscurantismo y la transparencia, está a favor de la transparencia.

¿Cómo ve los ataques hacia la Sala de lo Constitucional y la Fiscalía?

Nosotros apoyamos toda la institucionalidad, las instituciones y la independencia. Un concepto muy importante es la lealtad constitucional. Todas las instituciones como el Ejecutivo, Legislativo, Judicial; pasando por la Fiscalía, la Corte de Cuentas, la PDDH; pero que las instituciones se estén atacando es muy craso.

¿A qué se debe?

Yo creo que es la falta de costumbre a que las instituciones funcionen, a lo que se suponen deben de funcionar.?