La Farsa y Brim Bran, bromas para inocentes

Dos organizaciones juveniles vicentinas que hacen del buen humor un camino al servicio

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03 December 2016

SAN VICENTE.   En la cabecera departamental cada 28 de diciembre más de algún inocente cae en la broma, hasta San Vicente Abad y Mártir sale a procesión sin permiso. Los 31 de diciembre a todo pulmón los jóvenes cantan “a mí me gusta el binbiririnbinbin, a mí me gusta el bonbororonbonbon”, mientras las calles retumban con las orquestas nacionales e internacionales y la quema de  pólvora en el cielo hace malabares.

Los culpables son La Asociación Juvenil La Farsa y El Club Festivo Brin Bram, dos agrupaciones de jóvenes que con jocosidad e innovación, llevan alegría a los vicentinos. 

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La diferencia entre una y otra es la peculiaridad con la cual realizan las celebraciones. La característica principal del Club Festivo Brim Bran, es la formalidad e innovación en cada una de sus actividades, mientras que la Asociación Juvenil La Farsa, pone el ingrediente de picardía y jocosidad a las celebraciones. 

53 años de historia 

El Club Festivo Brim Bran fue fundado en 1963 y desde 1989, por decreto municipal de la alcaldía de San Vicente, celebra cada 31 de diciembre su aniversario,  en honor a San Vicente Abad y Mártir. 

Fue creado por 15 jóvenes y desde sus inicios, su propósito fue ayudar a la población vicentina. “Éramos un grupo de jóvenes con las ganas de ayudar y hacer algo por nuestro pueblo. Un día nos decidimos y empezamos a recolectar juguetes, dar comida a ancianos, poco a poco fuimos ayudando”, comentó Hugo López, fundador del club. 

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En la actualidad realizan actividades todo el año para recaudar fondos destinados a la celebración de su día y para obras benéficas. Las ayudas están destinadas  a varias instituciones. Entre sus actividades está la fiesta navideña que organizan para los niños y  entrega de equipo al Hogar de ancianos San Vicente de Paúl.

“Somos un grupo de colaboración altruista para nuestro pueblo. Siempre tratamos de estar ahí cuando lo necesitan”, dijo el presidente de Brim Bran, Hugo López.

En la alborada del 31 de diciembre, Brim Bran realiza una caravana por las calles de San Vicente para llevar serenata a su reina y a la india bonita.

“Tenemos la reina de nuestra fiesta y la india bonita. Cada dos años son las elecciones y el día de la alborada caminamos hasta sus casas para darles serenata”, contó. 

Durante esta procesión los  nuevos miembros realizan el “Ritual Cultural de ingreso”. 

El secreto Brim Bran

Los nuevos miembros deben desfilar con vestimenta de bebé por las calles y después declamar un poema, piropo o bomba halagadora a la india bonita y la reina. La aprobación de ellas depende de la imaginación y creatividad que los jóvenes tengan para describir su belleza. 

Un beso es lo menos que les espera si pasan la prueba. El ritual culmina con un baño de algún preparado raro. “Son mezclas de agua con huevo licuado y harina de pan o cualquier cosa que se les ocurra a la india bonita y la reina. Es una cuestión jocosa, alegre, es para pasarla bien. Se hace a nivel interno durante la caravana”, explicó López.

En la actualidad alrededor de 110 jóvenes forman el club. 

Otro elemento que caracteriza a los Brim Bran es la presentación de su reina e india bonita. Después de su elección todos los miembros forman una corte de honor en un tramo de 150 metros de largo. 

“El día de la alborada adornamos la calle por donde ellas van a pasar con una corte de honor y flores. Mientras ellas desfilan nosotros aplaudimos y cantamos nuestro himno”, dijo López.

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La reina e india bonita son las únicas mujeres dentro del grupo.

La Farsa, el niño rebelde de San Vicente

El 28 de diciembre la Asociación Juvenil La Farsa, celebra su aniversario y dedica su celebración a  San Vicente Abad y Mártir. 

Este grupo nació el 28 de diciembre de 1945, fue fundado por cinco jóvenes estudiantes de la Universidad Nacional de El Salvador (UES), entre  ellos Miguel Ángel Samayoa.

El nombre fue inspirado en las bromas que se acostumbraba hacer los 28 de diciembre y en las parodias realizadas en las “Noches de lunada” de la UES. 

“Ellos veían las parodias que los alumnos hacían para burlarse de sus catedráticos y decidieron hacer los mismo aquí. Empezaron a imitar a personas importantes, sacerdotes y políticos”, dijo Roberto Cea, presidente de la asociación.  

Según Cea, las imitaciones, el desfile bufo y las bromas del día de los santos niños inocentes, son los elementos que caracterizan a La Farsa. 

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Desde sus inicios, su objetivo principal fue llevar diversión a las personas de San Vicente y mostrar que estaban en contra de los pensamientos establecidos.

“En el primer desfile de correo en el que participó La Farsa, los asistentes iban vestidos de mujeres, animales, indios y otros disfraces, además de las carrozas que llevaban”, narra  el presidente. 

En la actualidad cada 28 de diciembre a las tres de la tarde, suenan los tambores de batucadas, bandas de paz, hombres con vestidos de colores extravagantes, pelucas y maquillaje pasean por las calles del pueblo. Seres mitológicos bailan por las aceras y hacen bromas a los habitantes. ¡Que te pase por inocente! gritan de vez en vez después de hacer alguna travesura o burla a algún vicentino.

“Lo que queremos es llevar alegría al pueblo vicentino y estamos dispuesto a todo para provocar en ellos esa emoción”, dijo Cea. 

La alborada realizada por La Farsa se identifica por la quema de pólvora y las orquestas que llevan para organizar los bailes. 


“Nosotros celebramos en grande, traemos tres orquestas famosas, un discomovil y ponemos grandes cumbiones. Todas las calles se llenan de gente bailando. También hacemos una gran quema de pólvora”, manifestó Miguel Bonilla,  miembro de la Asociación. 

Un día antes de la celebración, en el parque Cañas, de San Vicente, realizan la presentación de sus nuevos integrantes frente a todas las personas del pueblo. Cada uno de ellos baila la canción de “Niña ponponte”, mientras los demás miembros cantan y aplauden. 

“Este es el ritual de inicio, nuestro pueblo se divierte y eso es lo que nosotros buscamos. Siempre hacemos las cosas diferentes, vamos contra corriente porque queremos divertir a nuestra gente con cosas nuevas”, comentó Cea.

El grupo La Farsa no tiene reina, la única representación femenina que tiene es su “Novia”. Ella es elegida a nivel interno y no participa en la elección y coronación de reinas para las fiestas patronales. Este es otro elemento distintivo de la asociación.

“No queremos someter a nuestra novia a estar compitiendo con otras muchachas. Nos tildan de desordenados y desobedientes por no participar en la coronación de la reina, pero no nos interesa participar. Esto también nos diferencia de los otros grupos y barrios”, manifestó Bonilla. 

Durante todo el año la asociación juvenil realiza fiestas juveniles, festivales musicales, ventas de promocionales y parrilladas para recaudar fondos. 

El dinero es destinado a obras benéficas y a su celebración anual.

Las Travesuras de la Farsa

“La primera actividad que realizó La Farsa fue el 28 de diciembre de 1945. Entre las cero horas a las cuatro de la mañana, de ese día los fundadores salieron a cambiar los rótulos de las calles y oficinas. Al notario le ponía el cartel del psicólogo y al psicólogo el del abogado. En la mañana cuando cada quién andaba buscando su placa o buscando una dirección,  ¡Que te pase por inocente!, les decían”, comenta el  presidente. 

Cea recuerda que en una época, la iglesia no prestó la imagen del santo para que saliera en la procesión y los integrantes decidieron sacarlo de la iglesia para integrarlo a la carroza. Según la historia que cuenta Cea, el sacerdote se molestó por la acción, mantuvo al santo por tres meses fuera de la iglesia, excomulgó a quienes participaron en la procesión y en el supuesto “robo” de la imagen.  Este hecho se repitió hace ocho años, cuando el padre no permitió que San Vicente Abad y Márti fuera utilizado en la procesión. En esta ocasión no fue robado, sino tallado en madera.

Las procesiones en honor a San Vicente Abad y Mártir se realizan en el sentido de las agujas del reloj, La Farsa desde la primera procesión que realizó, lo hizo  en el sentido contrario.  “Eso es La Farsa, siempre tratando de hacer las cosas diferentes, es una rebeldía jacarandosa que no pretende faltar el respeto a nadie y mucho menos ofender a nuestra gente”, explicó Bonilla.