El Ministerio de Educación pagó $555,000 para darse cuenta que los servicios sanitarios del 33 % de las escuelas públicas se encuentran entre regular y mal estado; que el 25 % de las computadoras están deterioradas; que más de la mitad de los centros educativos no cuentan con infraestructura adecuada para resguardar los equipos informáticos, y que la alimentación escolar que asignan mensualmente, en la mayoría de escuelas sólo alcanza para 20 días entre otros aspectos.
Para hacer el estudio, el Ministerio de Educación contrató a una organización no gubernamental llamada Fundación para el Desarrollo Territorial (Fundater), en calidad de “implementadora de la administración del proyecto y su respectivo informe final”.
Fundater cobró más de medio millón de dólares en tres meses por recopilar información que las escuelas ya tenían en sus manos.
De acuerdo al informe que el director de Planificación del Ministerio de Educación, José Luis Gálvez Hernández, envió al ministro de Educación, Carlos Canjura, el 26 de noviembre de 2015, el objetivo del diagnóstico es para que el Mined tome “decisiones en pro de nuestra niñez y del país”.
Para contratar a esa ONG el Ministerio de Educación dice que no hizo licitación pública al que están obligadas las instituciones del Estado por medio de la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (Lacap), aunque un miembro de Fundater afirma que sí compitieron en un concurso público para hacer el proyecto. (Ver más en nota aparte).
Fundater se encargó de recopilar a través de un trabajo de campo realizado entre el 15 de julio y el 9 de octubre del año pasado, la información que las escuelas tienen sobre el estado de su infraestructura, nivel educativo y administración escolar.
Según la institución, este consistió en hacer un diagnóstico para conocer el estado actual de 5,132 centros educativos. Los resultados no fueron nada halagadores.
En el informe remitido al ministro de Educación, Carlos Canjura, por el director de Planificación del Mined, José Luis Gálvez Hernández, se detalla una serie de graves deficiencias.
Por ejemplo, de 3,926 servicios sanitarios dispobibles para niños y niñas, 1,369 están en “mal estado” o “estado regular”, según se desprende del estudio.
También hay un extenso detalle de ventanas, techos, cielos falsos, paredes, portones, muros perimetrales, cercas con mallas, cisternas, tanques elevados, rampas, pasamanos, y tapiales identificadas en condiciones entre regulares y mal estado.
Las constantes demandas de los estudiantes y maestros en todo el país es que sus escuelas se encuentran en situación deplorable.
Ejemplo de lo anterior es una denuncia reciente de los maestros del Centro Escolar Colonia Los Alpes, de Soyapango, quienes han tenido que cerrar el año escolar 2016 trabajando en condiciones precarias y temen que el próximo año la situación no sea tan diferente.
En este centro educativo, desde que se fundó en 1974, sólo ha tenido un cambio de techo en 1985, por lo que actualmente el 100 % está destruido, denunció el profesor Moisés Omar Menjívar.
Cada vez que llueve el agua se cuela por los agujeros del techo, los niños y docentes tienen que correr con los pupitres de un lado a otro de los salones. Lo que pasa en esta escuela no dista mucho de lo que atraviesan el resto de centros educativos.
El diagnóstico incluyó la valoración de los directores de las escuelas. Los datos que refleja ese sondeo especifica que 2,140 directores detallan que son las aulas escolares las áreas en donde hay más deterioro.
Le sigue la zona de cocina, los espacios recreativos, las bodegas, las áreas para hacer deporte, los de la administración y áreas para los centros de informática entre otros.
Los accesos para alumnos con discapacidad física también son escasos, en total sólo se registran 1,126 rampas, 910 pasamanos y 165 servicios sanitarios adaptados para personas con discapacidad.
Esto, pese a que existe la Ley de Equiparación de Oportunidades para las Personas con Discapacidad que obliga a todos los lugares públicos a contar con infraestructura de acceso universal.
Computadoras en mal estado
La investigación revela que las computadoras para el uso de los estudiantes tampoco están en condiciones óptimas.
De 38,584 computadoras de escritorio, 12,889 están dañadas; de 20,084 máquinas portátiles 6,720 no sirven. Y la lista sigue, pues aún cuando el gobierno ha impulsado su programa social denominado “Una niña, un niño, una computadora”, el 51.1 % de los centros educativos no cuentan con un área adecuada para albergar las computadoras.
El estudio refleja que 1,743 escuelas cuentan con un centro de cómputo o aula para el resguardo de las máquinas, mientras que 1,827 no poseen una infraestructura adecuada.
Otro de los programas estrellas del actual gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén que presentan falencias según el estudio hecho por Fundater es el de “Escuelas Inclusivas de Tiempo Pleno”.
A esta modalidad sólo se han integrado 1,441 escuelas, pese a que 3,819 dicen conocer sobre el plan.
En cuanto al abastecimiento de agua potable el análisis detalla que aún hay escuelas que carecen de este servicio tan vital para el desempeño de las actividades escolares.
Más de 700 escuelas se abastecen de tanques, 673 de pozos, 353 de cisternas y 210 tienen que recolectar agua lluvia.
El programa de alimentación escolar es otras de las deficiencias encontradas. En más del 50% de los centros escolares la comida sólo les alcanza para cubrir 20 días. Incluso, el informe explica que el día que visitaron las escuelas, 361 no prepararon el refrigerio porque ya no había comida.