Presidente de Corte de Cuentas acompañó campaña de Saca

Titular de la CCR, Rodrigo Barahona, confirma que asistió a actos políticos. Aclara que lo hizo como ciudadano y que no está afiliado a ningún partido.

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Rodrigo Antonio Barahona al momento de ser juramentado el jueves en la Asamblea Legislativa como titular de la CCR. 

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25 November 2016

El nuevo presidente de la Corte de Cuentas de la República (CCR), Rodrigo Antonio Barahona Escalante, reconoció ayer que acompañó al expresidente Elías Antonio Saca, durante la campaña electoral para las presidenciales de 2014, pero aclaró que no pertenece a ningún partido político y que lo hizo como un ciudadano con derecho a participar de una “fiesta política”. 

“Creo que las campañas políticas son una fiesta política, el proceso electoral es una fiesta política y toda persona tiene el derecho y usted lo puede ver cuando van a las campañas ahí todo mundo se pone una camiseta, se pone una gorra, pero eso no significa que está afiliado a un partido político”, manifestó Barahona al defender su participación en los actos proselitistas del Movimiento Unidad que creó Saca para su campaña presidencial.

Pero aparte de ese vínculo, El Diario de Hoy tuvo acceso a una fotografía, que además está en redes sociales, donde se ve a Barahona departiendo junto al diputado del PCN, Reynaldo Cardoza, y con Francisco Merino, hijo, durante un acto de campaña proselitista en favor de Merino, quien en 2015 corrió para una diputación en el Parlamento Centroamericano (Parlacen), pero no ganó.

La participación de Barahona en actos políticos de Merino no fue solo una vez, según relató a este periódico una de las personas que formó parte del equipo de campaña, quien pidió no ser identificada. 

Merino ha tenido lazos con Saca, ya que fungió como su asistente durante la administración presidencial 2004-2009 y luego participó como parte del equipo de campaña del exmandatario en el proceso electoral para la presidencia en 2014.

El Diario de Hoy le preguntó vía telefónica a Barahona sobre su participación en la campaña proselitista de Saca y lo confirmó, aunque hizo salvedades.

–¿Y esto realmente qué importancia puede tener que una persona pueda participar en un movimiento ciudadano? Ciudadano, no partidario– respondió.

–¿Y en esa calidad participó usted?– se le repreguntó.

–Sí, en un movimiento ciudadano, ciudadano, como puede participar cualquier persona– dijo.

–¿Nada que ver con afiliación a un partido?– se le cuestionó.

–Jamás. Lo reto a que busque, si halla, un documento que diga que yo estoy afiliado a un partido en El Salvador– contestó el ahora titular de la Corte de Cuentas, quien se ha comprometido a sumarse a la lucha de otras instituciones como la Fiscalía General de la República y la sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en contra de la corrupción (leer nota aparte).

Hay jurisprudencia
La Sala de lo Constitucional de la CSJ ya se ha pronunciado en anteriores casos y ha declarado ilegales los nombramientos de funcionarios aprobados por la Asamblea Legislativa por tener vínculos partidarios. 

Ese fue el caso de Tito Edmundo Zelada, extitular del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ), y el más reciente de Ricardo Iglesias, quien ayer fue destituido como magistrado suplente de la CSJ. En ambos casos, la Sala consideró que hay un “vínculo material” con un partido político, aunque no esté afiliado a uno, lo cual es incompatible con el cargo que ejercen y por eso declaró inconstitucional sus nombramientos.

“Al respecto, esta Sala considera que toda situación que genere o constituya una relación de dependencia o subordinación con un partido político, así como la realización de conductas (acciones, omisiones o manifestaciones) que demuestren objetivamente una identificación de compromiso militante o defensa activa de un proyecto partidario –más allá de una mera afinidad o simpatía ideológica–, que sea capaz de fundar una duda razonable sobre la imparcialidad de una persona y que no se refiera al ingreso formal al mismo (afiliación), puede considerarse como una vinculación objetiva o material”, razonó la Sala en su fallo contra Iglesias.

En la sentencia contra la elección de Tito Zelada, emitida en 2015, los magistrados de la Sala hicieron similares valoraciones. “La prohibición de la afiliación partidaria es solo una de las manifestaciones posibles de la despartidización institucional, puesto que esta proscribe cualquier otro vínculo real o material que genere una dependencia del candidato o funcionario hacia un partido político, verificados antes o después del acceso al cargo, incluyendo los supuestos de desvinculaciones aparentes, que configuren fraudes a la Constitución”, dijo la Sala.

Pero el nuevo presidente de la Corte de Cuentas insistió en que él no pertenece a partido político alguno y que de eso puede dar fe la máxima autoridad en material electoral del país.

“Yo le sugiero que tenga la bondad de revisar mi curriculum y ahí va a encontrar una certificación del Tribunal Supremo Electoral donde dice que yo no estoy afiliado a ningún partido político”, recalcó Barahona, quien ayer asumió para un periodo de 8 meses.