“El día que nació mi hija, la doctora dijo que no iba a vivir...” pesaba 1.85 libras

La mirada de su hija, de dos meses, le da fuerzas a María  que viaja todos los días a visitar a la pequeña en el hospital.

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19 November 2016

María viaja desde hace 58 días, todos los días de su casa en Ayutuxtepeque al hospital Primero de Mayo, del Seguro Social,  para ver a su hija ingresada en Cuidados Intermedios,  debido a su prematurez.

La bebé nació el  21 de septiembre, cuando tenía 27 semanas de gestación (seis meses tres semanas) y pesaba 1.85 libras. Luego de dos meses,  subió el peso a 3.35 libras.

“El día que nació mi hija, la doctora dijo que no iba a vivir, y está viva”, dice muy feliz,  la madre. 

Los médicos recomiendan hablarles, cantarles a los bebés prematuros. 

“Yo veo a mi hija cuando se mueve y siento emoción, ella mira para todos lados, y me dan más ganas para estar aquí  con ella”, confiesa.

Las madres de la Unidad de Cuidados Intermedios no pueden tocar a los bebés, hasta que ellos hayan alcanzado la maduración de sus pulmones.

Los bebés son alimentados a través de sondas  con leche materna de sus progenitora.

En El Salvador por cada 100 mil nacidos vivos, en el  período de enero a julio de 2016,  el 7.6  fue prematuro, teniendo mayor incidencia en los departamentos de San Salvador con 10.95 , Chalatenango  con 10.26, La Libertad 7.99 , Cuscatlán y La Paz  con 7.82 cada uno, según datos  publicados por la Alianza Neonatal