María viaja desde hace 58 días, todos los días de su casa en Ayutuxtepeque al hospital Primero de Mayo, del Seguro Social, para ver a su hija ingresada en Cuidados Intermedios, debido a su prematurez.
La bebé nació el 21 de septiembre, cuando tenía 27 semanas de gestación (seis meses tres semanas) y pesaba 1.85 libras. Luego de dos meses, subió el peso a 3.35 libras.
“El día que nació mi hija, la doctora dijo que no iba a vivir, y está viva”, dice muy feliz, la madre.
Los médicos recomiendan hablarles, cantarles a los bebés prematuros.
“Yo veo a mi hija cuando se mueve y siento emoción, ella mira para todos lados, y me dan más ganas para estar aquí con ella”, confiesa.
Las madres de la Unidad de Cuidados Intermedios no pueden tocar a los bebés, hasta que ellos hayan alcanzado la maduración de sus pulmones.
Los bebés son alimentados a través de sondas con leche materna de sus progenitora.
En El Salvador por cada 100 mil nacidos vivos, en el período de enero a julio de 2016, el 7.6 fue prematuro, teniendo mayor incidencia en los departamentos de San Salvador con 10.95 , Chalatenango con 10.26, La Libertad 7.99 , Cuscatlán y La Paz con 7.82 cada uno, según datos publicados por la Alianza Neonatal