En un lapso de 48 horas, dos miembros de la Brigada Especial de Seguridad Militar (BESM) de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) han sido asesinados en diferentes puntos del occidente del país.
El último de ellos fue Amílcar Santiago González, de 23 años, quien fue encontrado sin vida la tarde del pasado lunes en el caserío Mandinga, del cantón El Presidio, al sur de Sonsonate.
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Según las primeras indagaciones, la víctima pudo haber sido privada de libertad en el tramo entre la terminal nueva y el puerto de Acajutla.
Los homicidas habrían utilizado arma blanca (machete) para asesinarlo, puesto que presentaba una herida profunda a la altura del cuello, la cual le habría causado la muerte.
González era residente en Santa Catarina Masahuat, en Sonsonate, y deja a un niño en la orfandad.
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Autoridades lanzaron Fuerza Trinacional para combatir a las pandillas. �� https://t.co/mlYcKRjXR6 pic.twitter.com/dw4zI2tUoq
— elsalvador.com (@elsalvadorcom) 15 de noviembre de 2016
El otro caso similar ocurrió el sábado en la entrada a la calle principal del cantón El Rodeo, en El Congo, Santa Ana. En ese lugar fue acribillado con un fusil M-16 y pistolas calibre nueve milímetros Arnoldo Antonio Avilés Mendoza, de 24 años.
Las lesiones las presentaba sobre todo en el rostro y el pecho.
En ambos casos, las víctimas se encontraban de licencia (descanso) al momento de ser asesinados.
Las autoridades ya investigan si los crímenes se deben a que las víctimas pertenecían al Ejército o si existen otros motivos.