Migueleños ganan más dólares en noviembre. Conozca por qué.

Las ventas de comida, bebidas y de todo tipo logran, dfrante la noche del carnaval, tener grandes ingresos. 

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Los hoteles y restaurantes también perciben un incremento en la demanda gracias a las fiestas.

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11 November 2016

SAN MIGUEL Durante noviembre circulan un promedio de 14 millones de dólares en La Perla de Oriente, producto del comercio y turismo que se dinamiza durante las festividades en honor a La Reina de La Paz, según cálculos de la municipalidad.

Las festividades migueleñas mueven a miles de personas que llegan desde el interior del país y el extranjero, situación que se traduce en ingresos y movilización de la economía de los comerciantes locales y de familias, que durante una noche del año se dedican a vender alimentos o bebidas para obtener algunos ingresos extra.

Es por ello que los comerciantes formales e informales de la zona oriental aseguran que están a la espera del carnaval, día en que con facilidad se puede hacer una ganancia adicional, que puede llegar a ser el equivalente de un mes de salario de un empleado.

Howard Gutiérrez, presidente de la Cámara de Comercio, filial San Miguel, asegura que noviembre es el mes en que los empresarios y pequeños comerciantes perciben más ingresos por ventas.

“La economía mejora, porque es cuando más gente visita la ciudad. Comen en restaurantes, se hospedan en hoteles, compran en las calles, en fin invierten en San Miguel”, dijo el empresario.

Las afirmaciones de Guitiérrez son secundadas por las cifras de visitantes que llegaron a San Miguel el año pasado. Según las autoridades edilicias, recibieron por lo menos dos millones de personas, lo que permitió la movilización de miles de dólares que quedaron en el mercado local migueleño.

Juan Hernández, un migueleño dedicado a la venta de alimentos, asegura que en la noche del carnaval, con facilidad, una venta de comida o bebidas puede obtener como mínimo 500 dólares.

La Avenida Roosevelt congrega solo durante la noche de carnaval miles de personas.

 El alcalde migueleño, Miguel Pereira, ha dicho que el carnaval dinamiza la economía, pues todo el que llega consume como mínimo una botella con agua, soda, un plato de comida o una cerveza.

Para este año, la proyección de la municipalidad es recibir 2.5 millones de personas, muchos de ellos ya tienen reservaciones en los hoteles migueleños,  los cuales prácticamente están reservados para el cierre de las fiestas.

La situación de ingresos extra se extiende a los carnavalitos, que para este año son 45. En ellos, los dueños de tiendas de barrios, colonia y cantones aumentan sus ventas, gracias a las fiestas.

Es más, hay familias que no se dedican al comercio, pero  la noche que el carnaval llega a su sitio de residencia venden panes, agua o gaseosas.

 “Eso genera un ingreso que uno no tiene presupuestado”, dice Isabel García, una ama de casa, que aprovechó el carnaval de la colonia Chaparrastique, donde ella reside, para vender agua.

Seguridad  garantizada

Las diferentes actividades de las fiestas migueleñas tienen la seguridad garantizada por agentes policiales, municipales y soldados. 

Para el caso, las ferias municipales ubicadas en el centro de gobierno y Plaza de Toros, están muy vigiladas.

En ambos sitios hay elementos del Cuerpo de Agentes Municipales (CAM) y Policías, que verifican que no se den percances al interior, pero además, que agilizan el tránsito en las entradas, donde generalmente se genera un caos vehicular, pues frente a sus sedes pasa la avenida Roosevelt Sur, una arteria con mucho tráfico vehicular.

A eso se suma que el Comité de Festejos, de la comuna migueleña, anunció que serán tres mil elementos de seguridad los que resguardarán las fiestas del gran carnaval el próximo 26 de noviembre.

Reiteraron  que la meta para este año es que los visitantes del carnaval sean 2.5 millones de personas y que por ello la seguridad es elemental en la ciudad para el día del cierre de los festejos. 

Un ejemplo de lo efectiva que es la seguridad, es que durante más de una década, pese a las miles de personas que asisten al carnaval de San Miguel, las autoridades y organizadores del evento no han tenido hechos que lamentar en el marco de las fiestas. 

Es más, hay familias que no se dedican al comercio, pero  la noche que el carnaval llega a su sitio de residencia venden panes, agua o gaseosas.

 “Eso genera un ingreso que uno no tiene presupuestado”, dice Isabel García, una ama de casa, que aprovechó el carnaval de la colonia Chaparrastique, donde ella reside, para vender agua.

Seguridad  garantizada

Las diferentes actividades de las fiestas migueleñas tienen la seguridad garantizada por agentes policiales, municipales y soldados. 

Para el caso, las ferias municipales ubicadas en el centro de gobierno y Plaza de Toros, están muy vigiladas.

En ambos sitios hay elementos del Cuerpo de Agentes Municipales (CAM) y Policías, que verifican que no se den percances al interior, pero además, que agilizan el tránsito en las entradas, donde generalmente se genera un caos vehicular, pues frente a sus sedes pasa la avenida Roosevelt Sur, una arteria con mucho tráfico vehicular.

A eso se suma que el Comité de Festejos, de la comuna migueleña, anunció que serán tres mil elementos de seguridad los que resguardarán las fiestas del gran carnaval el próximo 26 de noviembre.

Reiteraron  que la meta para este año es que los visitantes del carnaval sean 2.5 millones de personas y que por ello la seguridad es elemental en la ciudad para el día del cierre de los festejos. 

Un ejemplo de lo efectiva que es la seguridad, es que durante más de una década, pese a las miles de personas que asisten al carnaval de San Miguel, las autoridades y organizadores del evento no han tenido hechos que lamentar en el marco de las fiestas. 

Es más, hay familias que no se dedican al comercio, pero  la noche que el carnaval llega a su sitio de residencia venden panes, agua o gaseosas.

 “Eso genera un ingreso que uno no tiene presupuestado”, dice Isabel García, una ama de casa, que aprovechó el carnaval de la colonia Chaparrastique, donde ella reside, para vender agua.

Seguridad  garantizada

Las diferentes actividades de las fiestas migueleñas tienen la seguridad garantizada por agentes policiales, municipales y soldados. 

Para el caso, las ferias municipales ubicadas en el centro de gobierno y Plaza de Toros, están muy vigiladas.

En ambos sitios hay elementos del Cuerpo de Agentes Municipales (CAM) y Policías, que verifican que no se den percances al interior, pero además, que agilizan el tránsito en las entradas, donde generalmente se genera un caos vehicular, pues frente a sus sedes pasa la avenida Roosevelt Sur, una arteria con mucho tráfico vehicular.

A eso se suma que el Comité de Festejos, de la comuna migueleña, anunció que serán tres mil elementos de seguridad los que resguardarán las fiestas del gran carnaval el próximo 26 de noviembre.

Reiteraron  que la meta para este año es que los visitantes del carnaval sean 2.5 millones de personas y que por ello la seguridad es elemental en la ciudad para el día del cierre de los festejos. 

Un ejemplo de lo efectiva que es la seguridad, es que durante más de una década, pese a las miles de personas que asisten al carnaval de San Miguel, las autoridades y organizadores del evento no han tenido hechos que lamentar en el marco de las fiestas.