Las condiciones climáticas de octubre, noviembre y diciembre son propicios para el contagio de catarros, gripes comunes y las diarreas; lo cual también abre puertas para el alza de casos de Guillain Barré.
Así lo determinó el estudio “Epidemiología del síndrome de Guillain Barré en el Hospital Rosales” que fue realizado de enero a diciembre de 2015, por el servicio de Neurología de ese centro médico público.
La investigación se realizó con 63 pacientes atendidos en el Rosales a causa del síndrome. El estudio inició con 82 casos en ese año, sin embargo se depuro porque 12 expedientes no fueron encontrados, más siete que fueron excluidos porque al revisarlos correspondían a otro diagnóstico.
Según la Organización Mundial de la Salud, el síndrome de Guillain Barré (SGB) es un trastorno en el que el sistema inmunitario del organismo ataca el sistema nervioso.
La enfermedad puede ser desencadenado por diversas infecciones, entre ellas las causadas por los virus del dengue y el chikunguña.
También está asociada a las personas que han tenido algún episodio de infección gastrointestinal o de vías respiratorias.
Lo que reveló el estudio
En el estudio del Rosales se destaca que en el último trimestre del año pasado hubo un alza de casos.
En octubre fueron 11 personas ingresaron; el siguiente mes registraron 15 casos y en diciembre reportaron 14 pacientes.
De las 63 personas del estudio, 33 tuvieron un tipo de infección antes de ser diagnosticados con Guillain Barré.
Catorce de ellas habían tenido una infección gastrointestinal y diez una infección en las vías respiratorias.
Hubo cinco pacientes que tuvieron chikunguña, otro con tuberculosis, uno más con infección de vía urinarias y dos con zika.
El virus del Zika fue detectado en El Salvador en noviembre de 2015. Las autoridades advirtieron que la llegada de ese virus ocasionó un alza en los casos de Guillain Barré.
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El estudio del Rosales, también, expone que la mayoría de pacientes en tratamiento en el Rosales provenían de los departamentos de San Salvador, La Libertad, Sonsonate
El doctor Nemesio Portillo, director de Neurología del Rosales, explicó que una de las principales causas por lo que las enfermedades gastrointestinales ocupan el primer lugar en el estudio es el factor relacionado con la bacteria Campylobacter.
Esta bacteria es la que ocasiona enfermedades como la gastroenteritis o intoxicación alimentaria; aunque estas tienden a ser infecciones leves pueden ser mortales para niños y personas de la tercera edad.
Según la Organización Mundial de la Salud, la Campylobacter se encuentra en el tracto intestinal de animales de sangre caliente como aves de corral y ganado. La bacteria puede estar en la carne de estos animales, la cual es consumida por los humanos.
En El Salvador las consultas por intoxicación con alimentos contaminados ocupa la quinta posición en los establecimientos públicos de Salud y los pacientes presenta indicadores, como fiebre, náuseas, dolores abdominales y dolor de cabeza, según registros del Ministerio de Salud.
En el caso de la bacteria Campylobacter, la enfermedad se manifiesta, por lo general, entre dos y cinco días después de haber ingerido la comida contaminada y sus efectos debilitantes, causados por la diarrea, duran hasta 10 días.
Las especies de Campylobacter se pueden matar por medio del calor y la cocción a fondo de los alimentos.
La neuróloga Erika López expuso que el retraso en el diagnóstico y tratamiento de Guillain Barré es causado porque el paciente piensa que la debilidad que siente es consecuencia de la diarrea que padeció.
“Hay pacientes que no consultan y se automedican. Muchas veces empiezan a tomar complejo B, a inyectarse o tomar vitaminas o visitan médicos generales. A veces los pacientes fueron a consultar pero hasta después vinieron a la unidad de Emergencia. Lo ideal es consultar por lo menos con un internista, porque el médico está más relacionado con la enfermedad y no va pasar por alto ese dato (debilidad en los músculos)”, opinó la neuróloga.
Según el estudio del hospital Rosales, dentro de la sintomatología que presentaron los pacientes de Guillain Barré, se destaca que estos tuvieron más de un síntoma de debilidad y adormecimiento del cuerpo.
El 90.4 por ciento de la población con el síndrome sufrió paresia (debilidad).
Los 63 pacientes, también, sintieron parestesia, que es la condición donde una parte del cuerpo, generalmente un pie o una mano, comienza a sentir un hormigueo y se adormece.
El 34.9 por ciento de los enfermos tuvo dificultad para tragar.
El 15.8 por ciento sintió algún tipo de dolor; el 12.6 por ciento tuvo dificultad respiratoria, mientras que el 4.8 % le dio diplopia, es decir falsa visión borrosa o deformada, así como confusión visual.
En El Salvador no existe una cultura de prevención de las enfermedades, sino que los pacientes consultan hasta que ya se encuentran en un estado de dolor extremo.