El Juzgado Primero de lo Civil de Soyapango instaló ayer la audiencia de aportación de pruebas en el juicio que se sigue contra el propietario de la escuela de Aviación Dárdano, Carlos Dárdano, tras la muerte de dos alumnos en un accidente aéreo en julio de 2012.
En el primer día de audiencia declararon al menos cuatro peritos técnicos y forenses, así como los padres de José Antonio Martínez y Rodrigo José Calles, quienes murieron aquel 11 de julio y la esposa del propietario de la referida academia.
José Antonio Martínez, padre de uno de los jóvenes, dijo que aún no se recupera de la pérdida irreparable, pese al tratamiento sicológico y siquiatra al que se sometió para hacer más llevadero esa dura realidad.
El abogado de la familia doliente, Carlos Morales manifestó que uno de los reconocidos forense de Medicina legal dejó claro, que el duelo que las dos familias han sufrido en este caso es “especial pues va contra la naturaleza, pues son los padres los primeros en morir y no a la inversa; por lo que en la mayoría de casos no se logra reparar”.
David Antonio Calles, uno de los padres afectados, lamentó que esta tragedia haya ocurrido por no cambiar una válvula selectora de combustible, valorada en 400 dólares.
Por el lado del acusado, hubo un perito que pretendía desvirtuar toda una investigación de autoridades estadounidenses con la copia del manual de la avioneta accidentada.