La formación agropecuaria es buena opción para jóvenes

Dar oportunidades de formación es facilitar el desarrollo a los estudiantes y a toda la comunidad. 

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En poco espacio se pueden criar abundantes pollos de engorde

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07 November 2016

El Salvador es un país pequeño. Por ello no es viable hacer cultivares o manejar ganadería de forma extensiva. Esto hace indispensable que más ciudadanos adquieran los conocimientos para hacerlo de forma técnica  e intensiva. Se deben combinar la producción local y el procesamiento  de los bienes y servicios del agro, para no depender de la compra de estos a otros países.

Coherente con esta realidad, el Instituto San Andrés brinda alternativas viables, coherentes y factibles a todos los jóvenes que hayan terminado noveno grado, al ofrecer bachilleratos Agropecuario (alimentación y agrosilvopastoril), Turismo (Agriculturismo, paisajismo ecológico), Comercial (ventas y procesamientos) y el Bachillerato en Salud (buenas prácticas y primeros auxilios).

En todas las especialidades, el centro de estudios brinda principios fundamentales de producción y comercialización de bienes y servicios. 

El Instituto San Andrés, situado en el área rural, cuenta con instalaciones propias y con un amplio historial de canalizar becas a centros de estudio de excelente prestigio  a nivel regional y mundial, tales como El Zamorano, en Honduras; La EARTH y ECAG, en Costa Rica, así como a universidades de EE.UU., Taiwán, Japón, Alemania, España, y Canadá.

Además se suscriben convenios  con fundaciones, alcaldías y empresas privadas, para patrocinar a jóvenes en el estudio de bachillerato, todo en función de brindar alternativas promisorias para apoyar a jóvenes que egresan de noveno grado.

El método de enseñanza del Instituto San Andrés ha permitido a centenares de jóvenes conocer principios básicos de la crianza de animales o siembra de plantas y árboles, que a mediano plazo se convierten en rentables fuentes de alimentos y recursos naturales.

La formación

Aprender haciendo, produciendo y comercializando, no es sólo un lema. Es el principio del desarrollo.

Hay fundamentos  teóricos y prácticos, tales como que en un metro cuadrado se pueden desarrollar 12 pollos en 6 semanas, pesando al final 3.5 libras cada uno.

También que una coneja, un mes después de aparearse, tiene sus gazapos, los cuáles se destetan  a los 25 días y a los 90 días están listos para el destace, produciendo carne ideal para todas las edades.

Además, aprenden que la densidad recomendada para sembrar forestales es 1750 árboles por manzana, o sea plantados a 2 metros x 2 metros.

Todo joven busca su superación. Pero son muchos los que cuando con grandes esfuerzos culminan el noveno grado, se encuentran con el dilema de continuar estudiando o trabajar, hacer ambas cosas o viajar a otros países en busca de oportunidades.

Si se les brinda como alternativa estudiar bachillerato en opciones que pueden aplicar y con ello generar ingresos, se les motivará a superarse y al contar con principios técnicos, podrán hacer mucho más productiva cualquier tierra, lo que además de beneficiarles, favorecerá a toda la comunidad al generar nuevas fuentes de empleo y mayor producción de alimentos.

La necesidad de obtener ingresos limita aspiraciones y son muchos los jóvenes que se resignan a un trabajo con bajos salarios, especialmente en las zonas rurales.

Pero si se les da la opción de educarse en aspectos que pueden aplicar sin salir de su entorno, sino más bien mejorándolo, se puede cambiar radicalmente la situación de numerosas familias.

 Además, se les abre el espacio para aspirar a estudios superiores a través de becas u otros sistemas.

Cuando se recibe formación en temas relacionados con el agro, una de las motivaciones es que estos se pueden aplicar de inmediato y los resultados se verán a corto y mediano plazo.

El estudiante originario de áreas rurales puede comparar los resultados de las prácticas diarias, con las hechas ya con conocimientos técnicos y esta será una fuente de motivación.

El joven de zonas urbanas puede con los mismos principios, conocer prácticas que en espacios limitados llegan a ser fuentes de satisfacción.

Todos somos beneficiados cuando otros tienen conocimientos científicos.

En el área de la producción agropecuaria, con adecuada formación, el joven conoce que hasta los terrenos más áridos pueden servir para desarrollar determinadas especies de árboles, o que hay cultivos mucho más rentables que los granos básicos, sin causar daños al medio ambiente. Se aprende a cuidar los recursos naturales

Disciplina, inteligencia y autoestima son tres factores que se deben estimular en los jóvenes. 

La educación es el mejor sistema y si es en temas que ya conocen y que forman parte de su entorno, la vida será más sencilla.