La abogada Ana María Benítez Quinteros y la estudiante de licenciatura en Derecho, Jéssica Ivonne Pérez Estrada, fueron encontradas asesinadas, el martes a mediodía, en el cantón Comalapa, de San Juan Talpa, en La Paz.
Ambas mujeres con edades entre 24 y 29 años, habían desaparecidas desde el domingo, cuando partieron de San Salvador hacia la zona Paracentral para atender una supuesta oferta de trabajo.
Fuentes policiales informaron que Benítez tenía una oficina jurídica cerca de la comunidad Tutunichapa, en la capital y Pérez laboraba con ella.
Ambas habrían sido citadas en La Paz, bajo engaños, por personas en las que confiaron, pero al llegar descubrieron que eran pandilleros.
Los delincuentes las condujeron hacia la ribera de un río y las mataron con arma blanca. Cerca de la escena fue encontrado el carro en el que ellas habían llegado.
El hallazgo de los cadáveres fue en el kilómetro 34 de la autopista que de Comalapa conecta con la capital; a unos seis kilómetros de donde ayer murieron en un supuesto enfrentamiento con policías cuatro miembros de la Mara Salvatrucha, en San Pedro Masahuat.
Las autoridades informaron que estos delincuentes podrían haber estado involucrado en los asesinatos de Benítez y Pérez.
La hipótesis parte de la descripción que hicieron algunos testigos del doble homicidio sobre los atacantes; de acuerdo a la Policía, esta coincide con las características de los pandilleros ultimados ayer.
Además, un vehículo que fue encontrado en la vivienda donde estaban los pandilleros habría sido visto el domingo en la escena donde fueron ultimadas las mujeres.