El Juzgado Segundo de Vigilancia Penitenciaria dejó en libertad al interno Miguel Antonio Hernández, involucrado en la muerte de 7 miembros de la familia Garay en 1996.
El crimen fue cometido el 17 de octubre de ese año, en Valle Nuevo, Ilopango.
Por el mismo fue condenado Hernández a 30 años de cárcel, pena de la que cumplió dos terceras partes (20 años).
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Según autoridades, la jueza basó su resolución en los informes presentados por el equipo multidisciplinario del Penal La Esperanza, en San Luis Mariona, en el que se señaló que el exinterno, cumplió a cabalidad con los programas y presentaba una buena conducta; además, que estaba en fase de semilibertad.
Actualmente, el interno tiene 58 de edad y padece de varias enfermedades como Parkinson.
La masacre de la familia Gaytán sucedió la madrugada del 17 de octubre por un presunto ajuste de cuentas por drogas.
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