Virgen de Fátima y atentado contra San Juan Pablo II

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27 abril 2014

En honor de nuestro querido San Juan Pablo II, ayer canonizado, deseo narrar la impactante historia del ataque contra su vida plasmada extensamente en mi libro "Al filo de mi pluma" (2012).

Escribí esta historia quince años después del atentado, al recopilar importantes datos que merecen nuevamente publicarse. Deseo exponerla también para quienes furibunda y soezmente me insultan --anormalmente-- cuando escribo acerca de Dios, de María o de eventos sobrenaturales. Tales "pataletas" se me resbalan, porque Dios me acompaña, pero no obstante, perturbadoramente muestran el marcado sacrílego aborrecimiento ateísta existente en muchos, generalmente jóvenes o ignorantes. (Conclusión por sus garrafales faltas de ortografía). ¿Estaremos recibiendo pre-aviso del "final de los tiempos"? Este pasado lunes 21/4/14, en conferencia mediática en el Vaticano, el Cardenal Ángelo Amato, Prefecto de la Congregación del las Causas de los Santos mencionó esa señalada frase: "Por primera vez se canoniza a dos Papas juntos, Juan XXIII que inició la primavera de la Iglesia, que fue consolidada por Juan Pablo II, que la hizo fructificar; por tanto son dos Papas, dos columnas de la Iglesia, EN ESTOS ÚLTIMOS TIEMPOS".

Preocupada por tanta herejía, presento a creyentes y no-creyentes, la pasmosa historia del atentado, esperando su reflexión.

Sucedió el 13 de mayo de 1981.

En su libro "Cruzando el umbral de la esperanza", Juan Pablo II escribió: "Y he aquí que llegó el 13 de mayo de 1981 cuando fui alcanzado por el proyectil en la Plaza de San Pedro, no reparé al principio que era aquél precisamente el aniversario en que María se había aparecido a los tres niños de Fátima, Portugal, dirigiéndoles aquellas palabras que con el fin de siglo parecen acercarse a su cumplimiento". -(Fátima 1917: "El Papa tendrá mucho que sufrir")-.

Alí Agca fue el confeso criminal --experto tirador de la banda comunista-terrorista, llamada "Lobos grises"--, que lo hiriera gravemente ese día 13/5/81.

Ulteriormente Agca acepta que todo lo sucedido allí fue inexplicable y revelador. Meditando en la soledad de su celda afirma que después de considerarse totalmente ateo, repasando los misteriosos hechos del fracasado crimen, no ha podido más que aceptarlos como obra de Dios: "Cosas increíbles comenzaron a revelarse en aquel momento. Pasado el tiempo comprendí que todo lo ocurrido no era una coincidencia sino una perfección total". Explica que ese 13 de mayo no era la fecha convenida para el asesinato, sino que él la adelantó temiendo ser asesinado por sus cómplices después de ejecutar al pontífice. Disparó al corazón del Papa dice, "Una monja me bloqueó", "había una sola monja en la multitud que celebraba aquel día la fiesta conmemorativa de Fátima". Sorprendentemente se supo posteriormente que la monja se llamaba Sor Lucía, igual que la vidente de Fátima. Agca se convirtió.

San Juan Pablo II señaló que haber sobrevivido al crimen fue obra de la Divina Providencia. En 1982 viajó a Fátima para agradecer a María "su amorosa protección".

San Juan Pablo fue firme opositor a las dictaduras marxistas, al capitalismo salvaje, al aborto que llamó "cultura de la muerte", a la contracepción y fecundación in vitro, en aras de defender la vida y la familia.

En su agonía dictó una carta despidiéndose de su feligresía, la que finalizó diciendo: "En la Virgen confío todo, felizmente". Muere en la tarde de un día sábado --dedicado a la Virgen María--, entrando ya el domingo de la Fiesta de la Divina Providencia, que él oficializó. Celebrándose igualmente ayer, día de su canonización.

* Columnista de El Diario de Hoy.