La estructura financiera que por muchos años le ha permitido a la mara Salvatrucha (MS) de Honduras obtener bienes de forma ilícita sufrió esta semana otro golpe: las autoridades iniciaron la segunda fase de la Operación Avalancha, una estrategia similar a la Operación Jaque, realizada en julio pasado en El Salvador contra dicha pandilla.
Las investigaciones hechas por el Ministerio Público hondureño les ha permitido congelar 2.5 millones de dólares (más de 50 millones de lempiras) que tenían depositados testaferros y cabecillas de la pandilla en no menos de 10 cuentas bancarias.
El dinero ha sido obtenido por medio de las extorsiones, el sicariato, el lavado de dinero, así como la venta de droga y tráfico de armas, según las investigaciones.
También te puede interesar: La Mara Salvatrucha quería tomar el control del Congreso de Honduras
En los más de 60 allanamientos que policías y fiscales han hecho en los departamentos de Comayagua, Cortés, Francisco Morazán, Atlántida, El Paraíso, Yoro y Colón se ha confiscado más de un centenar de residencias, 61 terrenos y 18 sociedades mercantiles.
También han decomisado 1,434 vehículos y motocicletas, armas de fuego y dinero en efectivo. Más de 200 de estos automotores fueron hallados en el autolote New Orleans, propiedad de Óscar Efraín Cortés Cabrera, quien a decir de las autoridades es “el mayor testaferro de la MS” en Honduras.
Sigue leyendo: Honduras ejecuta operativo para decomisar 1,559 propiedades a la Mara Salvatrucha
Las investigaciones han arrojado que dicho establecimiento era el principal centro de operaciones de la estructura delincuencial.
Las autoridades revelaron que los pandilleros llegaban a dejar a esa venta de vehículos bolsas de plástico grandes que contenían el dinero que habían exigido a sus víctimas.
La misión de Cabrera, de acuerdo a las investigaciones, era hacer donaciones a una iglesia evangélica, comprar inmuebles y crear empresas de diferentes rubros para lavar las elevadas sumas de dinero que provenían de las extorsiones, el sicariato, la venta de drogas y otros delitos.
Diferentes medios de comunicación hondureños señalan que al “testaferro” de la pandilla se le incautaron 22 inmuebles, los cuales habría adquirido entre 2005 y 2016. La mayoría de ellos los compró en los últimos tres años.
Entre esas propiedades hay dos mansiones valoradas en varios millones de dólares situadas en San Pedro Sula.
Lee también: Paso libre de mareros salvadoreños a Honduras
Estas tienen piscinas, estás decoradas con costosos adornos y equipadas con muebles con diseños del siglo XV.
Sin embargo, las autoridades han dicho que en esas lujosas residencias no vivía nadie, sino que estaban al cuidado del personal contratado para darle mantenimiento.
En la primera fase de la Operación Avalancha (que fue realizada en febrero pasado) las autoridades ya le habían incautado a Cabrera una cancha de fútbol valorada en varios miles de dólares.
Según los periódicos hondureños, ni la Fiscalía ni la Policía han querido revelar si hay orden de aprehensión contra el hombre, argumentando que no quieren afectar la investigación.
Las autoridades han manifestado que los allanamientos continuarán en los próximos días y esperan decomisarle 1,559 propiedades a la MS.
También te puede interesar: Mara Salvatrucha compraba buses a bajo precio en Honduras
Durante los operativos que se llevaron a cabo en febrero, el Ministerio Público y la Policía lograron decomisar 9 millones de dólares que estaban en poder de los cabecillas de la MS y sus colaboradores.
Las autoridades también congelaron más de 130 cuentas bancarias y confiscaron 88 bienes a la agrupación delincuencial: 44 terrenos, 34 casas y 10 negocios, entre ellos un hospital.
Todos los bienes estaban en poder de los altos mandos del grupo criminal, quienes habían dejado sus posesiones a testaferros.
Sobre las detenciones de pandilleros, fuentes policiales y militares han revelado que esta semana fueron arrestadas siete personas.
Entre los detenidos están dos exoficiales de la Policía y la esposa de un expolicía que fue arrestado por ser cabecilla de la pandilla (ver nota siguiente).
Se sabe que hay varias órdenes de capturas pendientes contra gente acusada de asesinato, asociaciones ilícitas, extorsión y lavado de dinero.
En la primera fase de la Operación Avalancha fueron capturados 15 pandilleros y varios colaboradores, entre ellos estaba el alcalde del municipio de Talanga, Jorge Romero.
El funcionario, quien asumió el cargo en enero de 2014, es acusado por la Fiscalía de lavado de dinero y asociaciones ilícitas vinculadas con algunos casos de sicariato y de secuestros.
Esta semana, el fiscal general de Honduras, Óscar Fernando Chinchilla, declaró que con la Operación Avalancha se pretende debilitar la estructura financiera de la mara Salvatrucha.
“Todo el que se mete a crimen organizdo busca acumular riqueza; y esa riqueza en toda Latinoamérica, y Honduras no es la excepción, les ha permitido acumular poder económico, y en algunos casos poder político”, aseguró Chinchilla.