La Fiscalía General solicitó ayer a la Asamblea Legislativa el antejuicio y desafuero de Carlos Roberto Cruz Umanzor, magistrado de la Cámara de Segunda Instancia de la Tercera Sección de Oriente, quien es acusado de tres delitos.
German Arriaza, director de la Fiscalía en la zona oriental, explicó que a Cruz Umanzor se le señala de prevaricato (emitir resoluciones no apegadas a la ley), tráfico de influencia, y actos conspiratorios y asociaciones delictivas relacionados a la venta y consumo de drogas, hechos que habrían sido cometidos entre marzo y junio de 2015.
El jueves de la semana pasada el pleno de la Corte Suprema de Justicia (CJS) suspendió al magistrado por 90 días por el primer delito antes mencionado.
De acuerdo con el representante del Ministerio Público, la investigación viene desde 2014, cuando hubo intervención de llamadas a miembros de la pandilla 18 que estaban vinculados con abogados y empleados judiciales, hasta llegar al exjuez suplente de Sentencia de La Unión, René Francisco Treminio Bonilla.
Él, actualmente es procesado porque, se presume, negociaba con profesionales del derecho e imputados para favorecerlos en casos relacionados con acoso sexual, agresión sexual y extorsión.
A raíz de esas escuchas, Fiscalía amplió la interceptación de llamadas hasta María José Benavides, excitadora suplente del Tribunal de Sentencia de La Unión y condenada a dos años de cárcel por tenencia de droga.
Benavides, se ha determinado, habría solicitado asesoría a Cruz Umanzor para tramitar una resolución absolutoria por agresión sexual contra un menor.
Según la versión fiscal, la mujer le comentó al magistrado que el niño identificaba a su agresor con un nombre y él le dijo que podía fundamentar la resolución en la falta de identificación del imputado. Además, le habría enviado materiales para que pudiera documentar la decisión del Tribunal.
En otras llamadas, de acuerdo con Fiscalía, Cruz Umanzor le manifestó a la citadora que no se preocupara porque el caso llegaría a la Cámara donde él labora. Así fue, y cuando el Ministerio Público apeló la resolución, el recurso no fue admitido.
Sin embargo, el magistrado también habría favorecido a la excitadora judicial en una denuncia que ella interpuso en el Tribunal de Servicio Civil contra el Juez presidente del Tribunal de Sentencia de La Unión por la plaza que ocupaba.
Cruz Umanzor, se presume, le ayudó a que el trámite prosperada, obteniendo, a través de contacto de amigos y conocidos, audiencias, lo cual constituye el delito de tráfico de influencias.
Vinculación con compra y consumo de cocaína
El fiscal Arriza reveló ayer que existen nueve llamadas entre Cruz Umanzor y Benavides que los vinculan con la compra y consumo de cocaína.
Incluso, dijo, que en una de esas llamadas, Benavides estaba en Guatemala y el magistrado la contactó para decirle que necesita cocaína, y ella se encargó de contactar al distribuidor.
De acuerdo con Fiscalía General de la República, hay abundancia de prueba (audios, pericias, documentos y análisis) para sostener la imputación.