Michael Shifter fue una de las personas que miró con gran esperanza la llegada a la presidencia de Mauricio Funes y hoy lamenta que esa historia haya tenido un final tan triste, con el expresidente Funes asilado al régimen de Daniel Ortega.
“Es preocupante y lamentable que Nicaragua le esté dando asilo al expresidente Funes”, declaró Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, el tanque de pensamiento de referencia en Washington DC, en entrevista con El Diario de Hoy.
Michael Shifter, quien es además profesor de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Georgetown, se refirió a la situación en el Triángulo Norte de Centroamérica, la crisis política en Venezuela, el proceso de paz en Colombia y las relaciones entre Estados Unidos y América Latina.
Shifter no deja de comentar el tema de Funes, quien recibió asilo en Nicaragua, tras salir de El Salvador, donde un tribunal superior lo procesa por presunto enriquecimiento ilícito y la Fiscalía General lo investiga por otros cuatro delitos.
El académico consideró al régimen nicaragüense -en un artículo reciente en la revista Foreign Policy- un “gobierno autoritario que ha ido quitando todos los obstáculos para consolidarse de forma definitiva en el poder”.
Combate a la corrupción
Michael Shifter cree que el trabajo realizado por la Comisión contra la Impunidad y la Corrupción en Guatemala (CICIG) ha sido excelente, pero no ve ningún interés por parte de las autoridades salvadoreñas en crear una similar, lo cual no lo ve como algo necesariamente malo.
El articulista de la revista Foreign Policy es partidario de que los países tengan principios claros sin definir necesariamente los mecanismos para implementarlos. Para Shifter, no es necesario establecer un CICIG en todos los países porque “otros mecanismos podrían lograr los mismos objetivos”.
De hecho, se muestra entusiasmado por el surgimiento de nuevas figuras en el combate contra la corrupción tales como el Fiscal General, Douglas Menéndez ,en El Salvador; el juez Sergio Moro en Brasil y la exfiscal General de Guatemala, Claudia Paz.
Shifter explica que el apoyo de la comunidad internacional a estas figuras no obedece a una nueva estrategia, sino que siempre ha existido, pero en el pasado los países no tenían un interés real en combatir la corrupción y por eso la estrategia no funcionaba. “Estados Unidos no está creando a estas figuras que luchan contra la corrupción, sino que está apoyando los esfuerzos que vienen de las sociedades y reflejan el hartazgo de la gente que está buscando mayor justicia”, explica Shifter.
Alianza para la Prosperidad
Shifter considera que es muy temprano para evaluar el éxito o fracaso de la Alianza para la Prosperidad en el Triángulo Norte, el programa apoyado por Estados Unidos en El Salvador, Guatemala y Honduras para reducir la pobreza y el crimen.
El analista estadounidense considera que los miles de millones invertidos por Estados Unidos son un monto significativo, pero no suficiente dada la profundidad de los problemas. Además, no se sabe muy bien hasta qué punto hay capacidad nacional en cada país y de coordinar entre los tres países para utilizar los recursos de manera consistente.
A pesar de que Shifter considera que Estados Unidos debe ayudar a resolver los problemas en el Triángulo Norte por su gran responsabilidad en el problema por el consumo de drogas y por temas históricos, el académico exige un mayor compromiso a las sociedades de los tres países para involucrarse y trabajar fuerte para cambiar las cosas.
El vicepresidente Joe Biden, quien ha estado involucrado activamente en “Alianza para la Prosperidad”, ha hecho el mismo llamado a involucrarse, especialmente al sector empresarial, en múltiples eventos. “A Joe Biden le gustaría ver mayor compromiso del sector empresarial para que no se invierta fuera de la región sino adentro. Esto generaría más compromiso y voluntad en Washington D.C. para seguir colaborando”, explica Shifter.
A pesar de la gravedad de los problemas, Michael Shifter es optimista y cree que la violencia se puede derrotar si se ataca desde todos los frentes. Los casos de éxito en reducción de violencia en las ciudades de Medellín, Ciudad Juárez y Sao Paulo demuestran que el problema de la violencia tiene solución.
El proceso de paz en colombia
Shifter explica que en Colombia actualmente hay gran incertidumbre tras el sorprendente resultado del plebiscito en el que “la campaña del No estaba preparándose para una derrota y ganaron”.
El profesor de Georgetown cree que la victoria del No en el plebiscito puede ser explicada por la confianza que expresaba el gobierno en el triunfo, lo cual hizo que la gente se quedara en su casa, y por el hecho de que el conflicto era muy lejano para mucha gente ya que no afectaba su vida cotidiana. “El gobierno falló en comunicar lo que estaba realmente en juego”, concluye Shifter.
A pesar del resultado, el académico norteamericano cree que la buena noticia es que hay un gran reclamo por la paz y nadie, incluyendo las FARC, quiere regresar a la guerra. No obstante, advierte que el tiempo es un valor muy importante en este proceso.
Shiter también considera que el premio Nobel a Juan Manuel Santos es merecido, porque se jugó su capital político y su presidencia en la lucha por la paz y “el premio no es para reconocer logros concretos sino esfuerzos”.
El experto ve imposible que se regrese al conflicto armado en Colombia, pero advierte de que si continúa la incertidumbre el riesgo es que” algunos frentes de la FARC se podrían pasar a otras bandas criminales”.