El Hospital Nacional Nuestra Señora de Fátima, de Cojutepeque, amaneció ayer más custodiado por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC)y elementos de la Fuerza Armada que el lunes pasado, denunció el secretario general de la seccional de Sindicato de Trabajadores de la Salud (Sitrasalud), Sigfredo Serpas.
Según el vocero sindical, a petición de director, Joaquín Molina Cornejo, alrededor de ocho policías llegaron el lunes, pero hasta ayer por la madrugada los reforzaron otros 40 agentes y 15 soldados. Sin embargo, ayer al medio día solo habían alrededor de 20 agentes, garantizando el libre ingreso de los pacientes.
Según el sindicalista, los policías cortaron las cadenas con que mantenías cerrados algunos portones, como el de Consulta Externa.
Sin embargo la subdirectora del hospital, Mirna Gutiérrez, dijo que fueron los mismos trabajadores quienes quitaron las cadenas el viernes y que, desde entonces, no volvieron a colocarlas.
La reducción laboral es para exigir la inclusión del escalafón para todos los empleados de salud en el presupuesto del próximo año.
Marcha
Debido al incremento de la vigilancia de la PNC, alrededor de 70 empleados de diferentes áreas marcharon por la calle principal alrededor del hospital, para expresar su repudio a la “militarización”, con lo que, según los trabajadores, el gobierno pretende intimidarlos para que desistan de su lucha.
Lorena Romero, enfermera, explicó que en la manifestación participaron trabajadores que tenían día libre o de vacaciones y algunos que sí estaban trabajando, pero avalaban la reducción laboral.
Debido a la protesta, los diversos servicios de salud fueron proporcionados a la población con dos o más horas de retraso, lo cual fue criticado por algunos pacientes, como Patricia Campos, de San Martín, quien fue citada a las 7:00 pero la atendieron hasta las 9:30 de la mañana.