La Compañía de Jesús eligió como padre general al venezolano Arturo Sosa Abascal, el primer latinoamericano que preside la institución y el padre número 31 de la compañía de los jesuitas, fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola, informó el diario del Vaticano el Osservatore Romano.
Ayer Arturo Sosa Abascal presidió la misa de acción de gracias que se llevó a cabo por su elección como Superior General de la Compañía de Jesús.
La misa fue realizada en la iglesia del Jesús, en Roma. Entre las principales peticiones del ahora dirigente de la congregación fue la de colaborar con miembros de la iglesia y más con personas que no pertenecieran a esta, informó el sitio de prensa del Vaticano Aciprensa.
El Padre recalcó a los fieles la importancia de la fe y creer que nada es imposible.
“Nada es imposible para Dios, como recordó el Arcángel Gabriel en la Anunciación”, dijo en la homilía.
También aprovechó para encomendar en las manos del “Dios de amor” su tiempo de gobernación.
“Podemos hacer nuestra, como Compañía de Jesús, las palabras de María en su respuesta al arcángel: ‘He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”, cita en el texto Aciprensa.
A su congregación hizo el llamado de considerar a la Virgen María, madre de la congregación, por ser madre de Jesús. Millares de fieles rodearon el templo para escuchar la primera homilía del Padre Sosa, General Superior de la orden.
Sosa Abascal fue el consejero general de su sucesor, el español Adolfo Nicolás, quien renunció a la dirección hace algunos meses por su avanzada edad. Antes de su elección hecha el pasada viernes, Sosa Abascal se desempeñaba como delegado para la Curia y obras interprovinciales de la Compañía de Jesús, en Roma.
Sosa Abascal nació en Caracas , Venezuela en 1948 y cumplirá 68 años en noviembre. Es doctor en Ciencias Políticas, docente y licenciado en Filosofía. También ha realizado investigaciones e innumerables obras sobre el contexto político e histórico de Venezuela. Él habla español, italiano e inglés, también entiende el francés.
Sosa es el primer General elegido en cuatro siglos que no es Europeo.
Sus compañero de la organización aseguran que tiene más de 13 años para estar frente a la congregación, es decir hasta que cumpla 80 años, edad en la cual su predecesor renunció al cargo.
En las elección del nuevo jefe jesuita participaron 212 miembros de más de 60 países.
Este mismo sitio explica que las elecciones se llevan a cabo con discreción y la congregación no permite influencias externas.
El primer paso es la identificación del líder. En esta etapa la Compañía se reúne en Roma y estudia a los miembros para determinar quién tiene las habilidades idóneas para ser el próximo superior general y el representante de la orden.
El siguiente paso es llevar a cabo reuniones secretas donde durante cuatro días de oraciones, penitencia los encargados realizan interrogaciones de los demás candidatos para conocerlos y saber por quién votar. Estas reuniones o “murmuraciones” como se les conoce se llevan a cabo de dos en dos. La discreción de las murmuraciones es con el objetivo de evitar presiones o influencias en la decisión de cada uno. El tercer y último paso es la votación. Para ser nombrado Padre General Superior de la organización uno de los postulados debe de tener la mitad de los votos , más uno. Es decir, en este caso que los participantes son 212 el nombramiento dependía de 107 papeletas. Este proceso de votación fue estipulado desde un principio por el fundador, Ignacio de Loyola.
Según un artículo del sitio revistaecclesia, los electores pueden votar varias veces y lo hacen por método tradicional escribiendo el nombre de su candidato en una papeleta, la cual tiene a un costado la frase: “Jura que nombra a uno que cree en el Señor más adecuado para llevar esta carga” y ellos deben de firmarla como símbolo de su compromiso.
Después deben de escribir el nombre y doblarla de forma de no dejar ver el nombre de la persona que ha votado, pero sí el del candidato. Una a una es leída la papeleta en voz alta por el Vicario General y por dos colaboradores.
El proceso se repite hasta que alguien obtenga el 50% de los votos más uno. En este proceso los postulados tiene prohibido votar por sí mismo.
Esta es la trigésima sexta Congregación General que realizan los Jesuitas y la duración fue de cuatro días.