Las contundentes palabras emitidas ayer por la relatora especial de la ONU sobre la independencia de los magistrados y abogados, Mónica Pinto, vuelven a apuntar sobre lo que había señalado cuatro años atrás otra funcionaria del mismo organismo: respetar y acatar las sentencias de la Sala de lo Constitucional y dejar de intimidar a esa instancia por sus fallos.
En noviembre de 2012, Gabriela Knaul, relatora especial para el sistema judicial de El Salvador, calificó como una falta de respeto a la CSJ la demanda que la Asamblea Legislativa interpuso ante la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ) en rechazo a la sentencia con la que declaró inconstitucional la elección de los magistrados del Órgano Judicial del período 2006 y 2012.
Knaul afirmó en aquel momento que las sentencias de la Sala de lo Constitucional de la CSJ y jueces deben ser respetadas y cumplidas.
En un informe que la relatora dio a conocer en esa oportunidad concluyó que la Asamblea atentó e intimidó la independencia del Órgano Judicial al acudir a la Corte Centroamericana, la cual indicó que no tiene competencia constitucional supranacional sobre la Sala de la CSJ y que el hecho de que los diputados acudieran a ella fue uno de los hechos más preocupantes, pues desde un punto de vista jurídico demostró una profunda falta de respeto a la instancia constitucional.
Al igual que ayer lo hizo Pinto, Knaul llamó en 2012 a las instituciones nacionales a respetar a la judicatura y acatar las decisiones de la Sala de lo Constitucional.
Asimismo expresó en aquel momento su preocupación por la politización del Poder Judicial debido a la injerencia de la Asamblea en diferentes casos y en el nombramiento de funcionarios del sistema.
“Las autoridades nacionales deben acatar y aplicar de buena fe las decisiones de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia”, decía el informe que Knaul difundió hace cuatro años.
Dicho documento, de 23 páginas, fue el resumen de la visita de la funcionaria internacional en el marco de una crisis institucional que vivió el país debido a la negativa de los legisladores de acatar los fallos de los magistrados de la Sala que ordenaban repetir las elecciones de los magistrados. Para la relatora eso “erosionó gravemente la independencia del Poder Judicial y el principio de separación de poderes”.
El informe de Knaul fue duramente criticado por efemelenista y presidente de la Asamblea de ese momento, Sigfrido Reyes.