Soldados seguirán presos por vínculos con pandilla

Fiscalía los acusa de estar tras éxodo reciente de familias en Panchimalco. Ocho mareros fueron procesados con ellos

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Los militares fueron arrestados el 28 de septiembre pasado en el Comando de Fuerzas Especiales y la Cuarta Brigada de Infantería de Chalatenango

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06 October 2016

José Enrique Cruz Guzmán y Noé Antonio Guzmán Miranda, soldados destacados en el Comando de Fuerzas Especiales y la Cuarta Brigada de Infantería de Chalatenango respectivamente, fueron enviados a prisión preventiva por el Juzgado Especializado de Instrucción de San Salvador.

Ambos son acusados por el Ministerio Público de pertenecer a una estructura de la pandilla 18 que delinquía en la zona rural de Panchimalco.

Las autoridades atribuyen a esta agrupación  los recientes desplazamientos forzados de decenas de familias que residen en el cantón El Cedro, del referido municipio.

Cruz y Guzmán fueron aprehendidos el 28 de septiembre junto con ocho integrantes de la pandilla. Cuatro personas  vinculadas a ellos están prófugas.

La Fiscalía les imputa el delito de organizaciones terroristas.

Las investigaciones señalan que Cruz presuntamente  era el sicario (o “gatillero”, como se le dice en el lenguaje usado por las pandillas). 

Mientras que Guzmán es considerado colaborador de la estructura delincuencial.

Desde el 13 de septiembre pasado, tras ser registrado un doble homicidio en el cantón El Cedro, de Panchimalco, decenas de familias huyeron de la zona tras oír el rumor de que las pandillas atentarían contra las personas que no abandonaran sus casas.

El temor obligó a los afectados a recoger algunas pertenencias y a buscar refugio junto con sus hijos en las viviendas de familiares o amigos.

El desplazamiento llevó a las autoridades a instalar un dispositivo policial permanente para dar seguridad a los  pobladores que no se marcharon y a resguardar los bienes de los que se fueron.

Acusan a militar de violar a su hija 

Un miembro de la Fuerza Armada fue acusado en el Juzgado de Paz de Santa Ana por el delito de violación en perjuicio de su hija de 12 años.

El hombre, que por protección de la víctima no fue identificado, cometió el abuso sexual el pasado 3 de septiembre, en su vivienda.

Según el Ministerio Público, el agresor aprovechó que ese día su esposa se había ido a trabajar  y él se había quedado solo con sus dos hijas. 

El hombre se dirigió a la cama de una de ellas y se la llevó a la suya para cometer la violación. Después la amenazó para que no lo delatara.

Más tarde, la víctima se comunicó por teléfono con su madre y le contó lo que su papá le había hecho.  

Debido a que se estaba lejos de la zona, la mujer le pidió a una pariente que fuera con la Policía a la casa para auxiliar a las niñas.

Cuando los agentes llegaron al inmueble el soldado ya no estaba. Horas después la Policía lo arrestó en el Comando de Fuerzas Especiales, en Soyapango, donde estaba destacado.

Este jueves, hasta las 4:30 de la tarde, la Fiscalía seguía en el Juzgado de Paz de Santa Ana haciendo la acusación, por lo no se está a la espera de conocer la fecha en la que se llevará a cabo la audiencia inicial contra él.