Lo que pasó el jueves 29 de septiembre en la plenaria, minutos antes de que la presidenta de la Asamblea, Lorena Peña, diera por suficientemente discutido el dictamen que contenía el decreto de reforma de la Ley del Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP), fue poco conocido pero generó durante algunos minutos conflicto e incertidumbre en el Salón Azul.
Los diputados de ARENA exclamaban que el tiempo había terminado, ya que Peña esperaba con impaciencia que el diputado Francisco Zablah, de GANA, se decidiera a dar su voto para dar por terminada la discusión del dictamen, pero este no lo hizo.
Al ver su actitud, Peña bajó del estrado principal de la Directiva y con sus gestos parecía que le reclamaba algo a Zablah. Luego se levantó el jefe de fracción de GANA, Guadalupe Vásquez, en tono un poco airado por lo que se podía observar desde lejos.
Zablah explica el porqué del disgusto de Peña: “El suficientemente discutido se paró en ese momento porque no di el voto y me levanté a hablar con todos”. Agrega que se dirigió a sus colegas y les dijo que “no participo en esto porque quiero una propuesta integral, esto es un parche, el parche está malo porque lo dejan abierto y creo que debería ser por una sola vez”.
Admite que su partido, el PCN y el PDC, tuvieron que respaldar la reforma porque prácticamente los pusieron “contra la espada y la pared. Nos obligan y eso no es justo”, lamentó.
También sostuvo que con la modificación al FOP el gobierno podría prescindir de la reforma a las pensiones, ya que podrá echar mano de ese mecanismo cuantas veces quiera y por tramos. Votar por eso era igual que apoyar la reforma a las pensiones, dice Zablah, y que no podía faltar a su palabra que siempre ha sido no apoyar la reforma.