CABAÑAS. Ilobasco, en el departamento de Cabañas, cuenta solo con un mercado, ubicado en el centro del municipio, donde hay más de mil vendedores de comida, ropa, artículos de primera necesidad, artesanías, embutidos y demás rubros dentro de la infraestructura.
La población de este municipio tiene como principales actividades económicas la agricultura y comercio, a pesar de ser las artesanías de barro el producto que identifica al pueblo, gran parte de los habitantes pertenecen al sector informal.
En El Salvador, 48 de cada 100 salvadoreños del área urbana se dedican a trabajar en el sector informal, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc).
En los últimos años la situación de desempleo ha incrementado, para 2014 la tasa era del 7 %, lo que provocó que la situación de subempleo incrementará al 36.5 %, según el informe de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).
Uno de los tantos salvadoreño dedicados a las ventas informales es Vicente Valladares, 57 años, quien tiene 40 años de dedicarse a vender granos básicos en las calles de Ilobasco. Él está ubicado en la avenida Carlos Bonilla, frente al mercado central del municipio.
Asegura que el impuesto que paga a diario es de un dólar con 50 centavos por un espacio de un metro por 83 centímetros. Su única protección ante la lluvia es una sombrilla y dos bolsas negras. Comenta que, a pesar del impuesto que paga, los miembros del cuerpo de seguridad municipal amenazan con quitarles la mercadería si ocupan más del lugar asignado.
Este vendedor informal es solo uno de los más de 800 comerciantes que están ubicados en las calles aledañas a la p laza de Ilobasco, ya que en el mercado no hay locales disponibles para reubicarlos.
Agregó que sus ingresos diarios son de ocho dólares “cuando la venta está buena, a veces solo se venden cuatro o cinco dólares”, comentó. Él es el único sostén para su familia formada por 16 miembros, entre hijos, nietos y sobrinos.
“Yo vengo aquí a ganarme la tortilla y pan de cada día. También tengo que sacar para pagar los préstamos, vamos al cortar y comer”, dijo.
Según la EHPM, el ingreso de un hogar salvadoreño dedicado a las ventas es de $279.30 al mes. Este mismo informe revela que del sector informal el 24.5 % no cuenta con local propio y se dedica a las ventas ambulantes o puestos improvisados.
Mirtala Flores, comerciante de frutas y verduras, explicó que la municipalidad no se ha acercado a los vendedores o les ha propuesto moverlos a otro lugar.
“Nosotros quisiéramos tener un puestecito bien bonito, donde cubrirnos del agua y el sol; pero aquí ni caso nos hacen”, lamentó.
Por su parte, los automovilistas se quejan de las condiciones de las calles, ya que a causa de la aglomeración de los vendedores el tráfico vehicular se dificulta.
Incluso, la calle principal que conecta con la municipalidad y el parque está cerrada con carpas y productos de los vendedores desde hace más de dos años.