Asociación requiere de apoyo para continuar con proyectos

La Asociación Amigos del Lago de Ilopango ejecuta proyectos de carácter social, económico y ecológico en área de la cuenca. 

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Gracias a la asistencia técnica para la prevención de plagas

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02 October 2016

Agradecimiento es la palabra con la que los habitantes de las localidades que rodean la cuenca del lago de Ilopango se refieren hacia la asociación que lleva el mismo nombre, entre estas el cantón San José Costa Rica, en el municipio de San Emigdio, La Paz; así como de San Ramón Nonato y San Agustín, en Cuscatlán.

Y es que esta organización sin fines de lucro, que ya lleva 23 años de restaurar el ecosistema de la cuenca y de propiciar el desarrollo en la región, ejecuta diversos proyectos con el fin que las comunidades sean sostenibles en los aspectos social, económico y ecológico.

Sin embargo, ya no cuentan con los recursos necesarios para continuar con su labor y, por ello, Leonel Martínez, presidente del Grupo de Acción Territorial (GAT) y representante del Grupo de Acción Local (GAL) de San José La Ceiba, indicó que solicitan la ayuda de organizaciones internacionales, gobiernos local y central; y países amigos como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y el Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, entre otros.

“Evaluación limnológica (de sistemas acuáticos), conservación y reforestación de suelos”, así como el “Programa plan manejo de los recursos de la Cuenca y Producción de Tilapias”, entre otros, son de los planes que la ONG desarrolla en el área.

En 2015, por ejemplo, último año en que ejecutó un proyecto con la ayuda del USDA, entregó árboles frutales como guayaba taiwanesa, cacao, mango panadés, aguacate Béneke, mandarina y limón pérsico, entre otros.

 Además, proveyó de piñas, con lo cual no solo procuran el sostenimiento familiar, sino el mantenimiento de suelos, ya que con ella crean barreras y evitan la erosión y deslaves.

Don Miguel Ángel Pérez, de los beneficiados en San Emigdio, posee manzana y media de terreno. Allí cosecha guayaba taiwanesa, mandarina, plátano, marañón y limones que, luego de los procesos de selección, limpieza y empacado en el Centro de Acopio San José Costa Rica, vende en los mercados de la zona.

 Su esposa e hijos, quienes lo apoyan en las labores agrícolas, producen vinos artesanales de flor de Jamaica, de marañón y nance que también comercian en las ferias de emprendimiento que organiza la alcaldía del municipio.

“Nosotros necesitamos de apoyo para seguir adelante. Sabemos que la Asociación no tiene fondos y, por eso, pedimos que nos ayuden; tenemos las ganas de trabajar, pero nos falta asesoría y herramientas para salir a delante”, explicó don Miguel.


Grupos sin abastecer

Anteriormente la institución les proporcionó asistencia técnica por medio del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), para fortalecer los conocimientos en el control de plagas y enfermedades que atacan los cultivos; entregó básculas, lavaderos de acero inoxidable para el lavado de las frutas recolectadas y javas, entre otros, para que, luego de procesar los frutos, sean comercializados.

Pero quedaron localidades a las que no abastecieron. 

“Estamos complacidos porque las familias en quienes hemos depositado nuestra confianza han sabido aprovechar los beneficios y recursos que les hemos facilitado. En 2012 le regalamos 30 gallinas rojas a cada familia y ellas, ahora, venden las gallinas y los huevos; otras, que elaboran marquesotes, utilizan los huevos como materia prima”, dijo Roberto Sánchez, miembro de Amigos del Lago.

Agregó que en San Agustín, a orillas del lago, entregaron alevines de tilapias y les facilitaron asesoría, concentrado y herramientas para que tuvieran sus viveros. Ahora los beneficiarios ya despachan su producto procesado en filetes, a una cadena de supermercados; sin embargo, algunos viveros ya están deteriorados”, explicó.

En San Ramón Nonato, La Paz, el Grupo de Mujeres Emprendedoras conformado por 30 lugareñas que surgió con apoyo de la alcaldía.

 Fredy Alexander Alvarado, edil de ese municipio, declaró estar satisfecho con la acción: “Les estamos muy agradecidos por el apoyo; nosotros trabajamos con iniciativas económicas y de turismo. Tenemos señoras que ya poseen 200 gallinas y con ello producen marquesotes; otras hacen dulces artesanales, vinos, champú, jabones...”.

 Doña Felícita Chávez, quien pertenece a ese grupo, elabora alrededor de 45 marquesotes en cada jornada, los que distribuye en el mercado de Cojutepeque y en su cantón, además de hacerlo en el festival dedicado a ese producto, que se realiza en agosto.

“Estoy muy alegre porque de aquí nos mantenemos con mi familia, de la venta de huevos y de marquesotes, indicó doña Felícita. 

“Esperamos que esto continúe, porque así seguiremos ayudando a la zona de la cuenca en reforestación y sostenibilidad económica y social”, dijo Roberto Sánchez.