“Las pruebas psicológicas detectan indicadores de alta ansiedad, alta reacción a la crítica que ejerzan sobre él, intento de aparentar fortaleza emocional, inhibición emocional y retraimiento, hipervigilancia hacia el medio ambiente y sufrimiento emocional”.
Así fue el resultado del peritaje sicológico de nueve páginas que hizo el exforense del Instituto de Medicina Legal, Néstor Francisco Recinos, el 5 de marzo de 2015, a Enrique Rais, según consta en el mismo documento.
Recinos es uno de los dos prófugos en el caso Rais-Martínez. Es acusado por la Fiscalía General de falsedad documental agravada, porque se supone que recibió 5 mil dólares por la elaboración del peritaje.
Fiscalía, en su acusación contra 11 personas señaladas de conformar una red de corrupción que abarca abogados, forenses y fiscales , sostiene que en ese mismo combo de dinero fue incluido el peritaje hecho a Hugo Blanco, sobrino de Rais.
Según las investigaciones, los informes psicológicos tenían como objetivo “evidenciar los daños” que habían causado a Rais y su sobrino, las amenazas por parte de Claudia Herrera, esposa de Mario Calderón, exabogado y socio del empresario, quien fue capturado en 2014 junto a otras tres personas por tales señalamientos. Está preso.
Tras declaraciones de Rais ante el perito, este concluyó que el empresario “presenta signos psicológicos que se observan en personas expuestas a eventos traumáticos... lo cual puede interferir en su independencia personal y su área social”.
Y es que Rais, de acuerdo con el peritaje, le manifestó a Recinos que el 23 de septiembre de 2014, a eso de las 8:45 de la mañana salió, junto con Hugo -su sobrino-, en su camioneta, de las oficinas de la compañía Rais Group, ubicada en la colonia Escalón.
Atrás de ellos, en un pick up, se conducía la seguridad de ambos.
Ellos se dirigían a unas oficinas del edificio Circunvalación, en la colonia San Benito. Tenían poco de haber recorrido cuando en un alto de semáforo de la intersección de la calle Maquilishuat y avenida Almendro, Rais observó que cerca circulaba una camioneta que, al pasar por donde estaban, redujo la velocidad, y quien la manejaba era Claudia Herrera. La seguía en un pick up sus guardaespaldas.
Herrera, en la versión de Rais, al pasar frente a ellos, acercó su celular al vidrio de las ventanas de la camioneta para tomar fotografías y vídeos. Le sobrepasó y e iba en marcha lenta con sus guardaespaldas. Más adelante se detuvieron para impedir el paso de Rais.
El documento emitido por Recinos establece que dos de las personas que custodiaban a Herrera, identificados como Germán A. y Juan C., se bajaron del pick up. El primero le apuntó con una escopeta a la camioneta del Rais y el segundo se llevó las manos a la cintura, simulando sacar un arma de fuego. Mientras que del vehículo Herrera descendió un tercer sujeto identificado como Valmore G.
El peritaje fue solicitado por la Fiscalía el 5 de marzo de 2015 - institución dirigida para entonces por Luis Martínez-, y fue emitido un día después. Con él se acusó luego de cinco días de la petición a Herrera, Hernández, Galán y García ante el Juzgado Quinto de Instrucción, bajo el delito de amenazas agravadas.
Según los oficios fiscales para ambos peritajes, el objetivo de estos era “a fin de establecer trauma emocional o afectación emocional” de los hechos denunciados por Rais y Blanco, y también para determinar “la necesidad o no de tratamiento psicológico y por qué período de tiempo”.
La fecha en la que fue solicitado el informe concuerda con la fecha en la cual la Fiscalía General registró una llamada entre Rais, y uno de sus abogados, Wilfredo Gutiérrez.
Según el Ministerio Público, la mañana del 5 de marzo, Gutiérrez, procesado por tres delitos, le habría llamado a Rais -quien estaba fuera del país- para informarle que ese día por la tarde se reuniría con Recinos.
Además la Fiscalía argumenta que el sicólogo forense le estaba pidiendo la misma cantidad de dinero entregada por otro peritaje y que este podría hacerse aunque el entrevistado estuviera fuera del país por $5 mil, junto al peritaje de Blanco Rais.
En otra llamada del mismo día en horas de la tarde, Gutiérrez le habría dicho a Rais que estaba con Recinos, y que tenía que dibujar con lápiz en una hoja de papel bond (vertical u horizontal); en una hoja colocada de forma vertical, una persona; y en otra vertical, un árbol.
Rais, luego de preguntarle a Gutiérrez, si Blanco estaba con él, y que este le respondiera que no, le sugirió que una mujer identificada como “Gracia” realizara los dibujos de ambos.
Néstor Recinos abandonó Medicina Legal
El exdirector de Medicina Legal, Miguel Fortín Magaña, confirmó que el sicólogo forense, Néstor Recinos, abandonó dicha institución luego que llegó una denuncia anónima en su contra.
Según Fortín Magaña, en la dirección se denunció que Recinos, supuestamente, fabricaba peritajes a cambio de dinero. Lo cual se hizo saber al Departamento de Psiquiatría para que se realizaran la investigación pertinentes y, de manera preventiva, se le evitara realizar informes psicológicos de ese tipo.
También se informó al Consejo Directivo de Medicina Legal y se alertó a la Fiscalía sobre el caso y, en el proceso de la investigación, Recinos se fue de la institución sin dar ninguna explicación.
“Se empezó la investigación y, en el proceso, Recinos, supongo yo que algo se habrá percatado o lo que sea, porque de repente desapareció y se fue y abandonó el trabajo”, aseguró Fortín Magaña. Agregó que el ahora prófugo de la justicia se ausentó de su trabajo sin avisar y después de varios meses de haberse ido, envió a Medicina Legal su renuncia.
Recinos también hizo un peritaje en el caso de extorsión del esposo de Claudia Herrera, Mario Calderón, quien encara juicio. Ese informe no es cuestionado por las autoridades.