¿Por quién vamos a votar este domingo?

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31 enero 2014

Este domingo llega nuevamente el momento de decisión y cambio. Los salvadoreños tenemos el derecho y el deber de votar y decidir el rumbo que queremos para el país por lo que es importante llevar al poder a quienes lo gobernarán los próximos cinco años. Para algunos esto puede parecer algo fácil y ya lo tienen decidido. ¡Perfecto! Pero esas personas no son quienes decidirán nuestro futuro este domingo. Quienes van a decidir son aquellos que no son votantes duros y que aún pueden estar indecisos.

Este mensaje es para todos los que están dudando entre ir a votar o no y para los que aún no saben por quién votar. Este es el momento en que pueden alzar la voz con su voto y demostrar su poder y su inteligencia definiendo el rumbo que tomará El Salvador los próximos cinco años.

La misma indecisión es un síntoma de lo decepcionados que nos tienen los políticos en general pero esto no debe ser motivo para tirar la toalla y hacerles fácil la cosas dejando el resultado en manos de otros, de los votos duros.

Es natural que las personas sientan desilusión y no crean en los candidatos y sus típicas promesas. Muchos hemos perdido la fe en los políticos al ver cómo manipulan descaradamente el sistema a su favor y conveniencia.

Es asqueante ver cómo algunos de estos personajes aparecen en los medios informativos posando en calidad de grandes jueces y defensores de la Patria, cuando bien conocemos sus oscuros pasados. Sabemos que poco o nada respetan la letra de la Constitución y que su imagen de integridad que tratan lucir en público es falsa. Estas y otras cosas constituyen una bofetada en el rostro del pueblo. Por eso mismo, es el momento de hacerles saber que nuestro voto de hombres libres, con vocación democrática pesa.

Pensemos en todo lo que esta en juego. Salgamos a votar con responsabilidad y determinación. ¡Cada voto que no es voto duro, hace la verdadera diferencia!

No debemosentregar nuestro futuro a quienes con su masiva propaganda, han tratado de engañarnos. La decisión final debe ser tomada por personas que saben qué es lo correcto y lo malo y que saben distinguir entre verdades y mentiras.

Los que decidiremos no debemos ir a las urnas envenenados con ideologías ni fanatismos ni tampoco por intereses personales. Este domingo pensemos en El Salvador. Vayamos con la confianza puesta en Dios y llevando en mente a nuestras familias, nuestros trabajos, nuestra libertad, nuestra democracia, y pesemos en lo que realmente queremos para los próximos cinco años cuando marquemos nuestro voto.

Este domingo hagamos las cosas con sensatez, como buenos salvadoreños.