Fusades recomienda al Gobierno cambiar la política de asistencialismo por trabajo

Según detalla 37.2 % de la población salvadoreña está en situación de pobreza; De 2012 a 2014 la deserción en Educación Media pasó de 5.6% a 9.7 %, precisa la gremial

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 El 27.5 % de hogares salvadoreños no tiene acceso a agua por cañería. La situación es más crítica en el área rural

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26 September 2016

s necesario que el gobierno realice ajustes a su política social, la cual está centrada en el asistencialismo. Eso es lo que plantea la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), en su tercer Informe de Coyuntura Social 2015 - 2016, presentado este lunes. 

Y es que según  lo expuesto por la gremial, a pesar de esos esfuerzos, hay áreas elementales en donde aún hay deficiencias que subsanar   para generar bienestar real de la población.

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Fusades subraya que si bien hay avances en el tema de acceso a la educación, acceso a agua por cañería, electricidad e inversión social, todavía “hay brechas importantes”, por ejemplo en acceso a la educación inicial, educación parvularia y secundaria.

“Los programas de asistencia son importantes, pero insuficientes para promover el bienestar. Es vital avanzar hacia el diseño e implementación de una política social integral, reconociendo que los programas de protección a los más vulnerables deben ser complementarios a las políticas universales de educación, salud y empleo”, señala un comunicado leído por Helga Cuéllar, directora del departamento de Estudios Sociales de la organización.

Cuéllar subrayó que los programas de asistencia han sido efectivos en favorecer el acceso a la educación e ingresos para las familias, pero que las evaluaciones realizadas en torno a ellos, han demostrado que tienen cobertura limitada. A eso se suma que  sus resultados no son sostenibles, porque no hay garantía de que esas familias podrán tener acceso a empleo, y de que la calidad de los servicios de educación y salud mejorarán.

“Según cifras de 2014, casi 2 de cada 5 salvadoreños son pobres, y 3 de cada 4 no tienen seguro médico. En al menos la mitad de hogares del país, viven personas subempleadas o con empleo inestable, y los jóvenes confrontan mayores desafíos para su inserción educativa y laboral”, detalla la gremial.


Gabriela Gochez, también investigadora de Fusades, detalló que 37.2 % de la población salvadoreña está en situación de pobreza. De ese total, 37. 9 % son del área rural y 28.5 % de lo urbano.

Cuéllar reitera que se debe  focalizar más los programas y los subsidios que maneja el gobierno, con el fin de que lleguen realmente a quienes los necesitan y de que se pueda disponer de fondos suficientes para destinar a la inversión en desarrollo social.

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A partir del Informe de Coyuntura Social, la especialista advierte que más allá de la entrega del paquete escolar, que durante el gobierno de Salvador Sánchez Cerén fue ampliada hasta bachillerato, no se ha logrado mantener a los escolares en los salones como se pretendía.

Al consultarla porqué considera que no se ha dado el salto de cobertura en los niveles educativos señalados, Cuéllar afirma que no hay una respuesta certera sobre eso,  “pero es claro que no se han tomado quizás las acciones de política específicas para atender este problema”.

En la actualidad 27 de cada 100 jóvenes, de 15 a 29 años,  no estudian ni trabajan, y la mayoría son niñas y mujeres que realizan tareas domésticas y de cuido.

De acuerdo con los datos provistos en el estudio de Fusades de 2012 a 2014, la deserción en Educación Básica pasó de 5.1 %  a 6.5 %, y en Educación Media de 5.6 % a 9.7 %.

“Esto en números son más de 2 millones 300 mil salvadoreños que aún están en situación de pobreza monetaria, con respecto a los ingresos que no lograr cubrir la canasta básica alimentaria”, detalló Gochez.

¿Porqué la deserción escolar a pesar de los paquetes escolares? Al respecto señala que hay factores de peso que estarían limitando la asistencia de los niños y jóvenes, entre ellos el hecho de que muchos tienen que comenzar a trabajar a temprana edad para llevar recursos a sus hogares; la migración que se ha incrementado en los últimos años por motivos de inseguridad.

Sin embargo, tampoco se descarta que los  jóvenes en edad de atender bachillerato, no se vean estimulados por la oferta educativa ya sea por la baja calidad de la misma o porque consideran que las expectativas de futuro en el país son limitadas.

En el estudio de la organización empresarial  también destaca que por la falta de acceso a empleo formal  el 80 %, de la población carece de seguro médico y termina por recurrir a los servicios de salud públicos.


“Aquí el tema ha sido que no se han hecho esfuerzos suficientes para generar empleos de calidad, aumentar el nivel de empleo; y en cambio la población en condición de empleo informal es muy alta, y es esta población la que está sin ningún acceso a seguridad social, ya sea de salud o  pensión por vejez”, advirtió Cuéllar.

Según la fundación: “La política social debe pasar de la asistencia y la atención de emergencias al desarrollo de las capacidades humanas para enfrentar distintos riesgos”.

De igual forma insiste en que dentro de un contexto de bajo crecimiento  y restricciones fiscales, “es urgente mejorar la eficacia de la gestión pública, la eficiencia de la inversión, dinamizar la economía y generar empleos, con el fin de disminuir la probabilidad de que muchos salvadoreños caigan en pobreza”.

Gremial dice a Presidente  que tiene que ser eficiente y priorizar calidad

Para evitar que más familias caigan en la pobreza, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), recomienda al gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén, que cree una política social integral, que mejore la eficacia de la administración pública, que dinamice la economía y procure la creación de empleos de calidad.

Según Fusades, si estos factores no  se atienden, el número de personas que requieran de asistencia social se incrementará cada vez más, y se volverá más difícil para el Estado cumplir  con el compromiso de mejorar la calidad de vida.

“Sin duda la misión de la política social debería ser lograr que una mayor proporción de personas tenga trabajo formal, seguridad social y una educación que les permita enfrentar con éxito los desafíos que se le presentan”, señala en las conclusiones del Informe de Coyuntura Social 2015 - 2016.

Pero Fusades también subraya que se debe priorizar la calidad en lugar de la cantidad de programas sociales, y avanzar en las reformas a la educación, la salud y la seguridad social, entre ellos, seguro de salud y pensiones.

Según indica, antes de crear nuevos programas de asistencia, se tendría que considerar fortalecer el trabajo de las instituciones públicas y privadas ya existentes, que están comprometidas con el desarrollo social. Junto a ello, debe tomar medidas para mejorar la eficiencia de la inversión.

Precisa que es fundamental mejorar la asignación de los fondos públicos en función de las prioridades, así como fortalecer la capacidad de gestión y coordinación  de las instituciones públicas, para evitar la dispersión de recursos y duplicidad de esfuerzos.