Unas 15 familias originarias del cantón El Castaño, en Caluco, Sonsonate abandonaron el jueves sus viviendas por temor a las pandillas.
El éxodo ocurrió dos días después de que fuera asesinado un sexagenario en la zona.
Fuentes policiales informaron que debido al desplazamiento forzado la escuela del cantón ha suspendido las clases por tiempo indefinido.
Un caso similar ocurrió el martes en el cantón El Cedro de Mil Cumbres, en Panchimalco, al sur de San Salvador.
Ese día, unas 40 familias se marcharon del sector llevándose unas pocas pertenencias. Los afectados habrían sido amenazados por miembros de la Mara Salvatrucha.
El director de la Policía, Howard Cotto, aseguró hoy, en la entrevista de Canal 12, que han detectado que en la mayoría de casos de éxodo registrados en el país ha habido una amenaza real de grupos delincuenciales.
Sin embargo, el funcionario aseguró que cuando profundizan las investigaciones descubren que algunas de estas familias presuntamente tienen vínculos con las pandillas. De ahí, dijo Cotto, se derivarían las amenazas.
La fuente sostuvo que varios agentes han sido enviados a las zonas afectadas para garantizar la seguridad a los pobladores y tratar de reestablecer el orden para que retornen a sus casas.